Queridos Hijos, Confíen En Mi Hijo, Porque Él Hará Por Ustedes Lo Ni Siquiera Sabrian Pedir

Nuestra Madre, en esta reflexión nos habla del inmenso amor que Dios nos tiene.

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Ven espíritu santo, ll los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor, envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Sigo transmitiéndoles en vivo y en directo desde este precioso. Lugar santo desde este oasis de paz de este paraíso aquí en la tierra. Porque de verdad nuestra madre está aquí presente en este tiempo en este momento de nuestra vida de cada uno de nosotros. Nuestra madre está aquí porque su hijo, Jesús la envía. Vamos a escuchar un mensaje del de. Julio del donde nuestra madre nos dice queridos hijos, mi presencia viva y real entre ustedes tiene que hacer los felices debido al gran amor de mi hijo. O sea ya con eso, saber que está viva, que ella está viva realmente presente aquí en me dugo en este tiempo. De verdad es una un regalo enorme. Y yo le doy gracias, á Dios, que puedo estar aquí á horita en este momento donde ella está donde está su presencia de verdad. Si tienen la posibilidad de venir a mego, vengan porque mego no se puede explicar, me dogo, se tiene que vivir. Es como si yo les dijera, si ustedes no supieran a lo que sabe un chocolate y yo les quisiera decir a lo que sabe el chocolate. No van a entenderlo hasta que lo prueben. Me dugo, es igual. Necesitan venir, necesitan estar aquí para de verdad. Decir, sí, el cielo está aquí en la tierra. Nuestra madre está viva en este momento aquí en mego. Y por eso nuestra madre nos dicen el mensaje los de julio. Mi presencia viva. Real entre ustedes tiene que hacer los felices del debido al gran amor de mi hijo. Vamos a hablar del gran amor de su hijo. O sea, es inmenso. El amor que Jesús nos tiene es inmenso. El deseo de que lo conozcamos, de que nos acerquemos a él, de que nos convirtamos, o sea, de que regresemos a él de que conozcamos a su padre. Por eso envía á nuestra madre aquí, á la tierra porque nos ama. Y nuestra madre á con á continuación nos va á decir por qué y para qué Jesús envía á nuestra madre en este tiempo aquí en la tierra y ya por 43 años a estar en medio de nosotros. Nuestra madre continuó diciendo el me envía entre ustedes para que con mi amor maternal, les dé seguridad para que comprendan que el dolor y la alegría, el sufrimiento y el amor hacen que vuestra alma viva intensamente para invitarlos nuevamente, á glorificar el corazón de Jesús. El corazón de la fe le eucaristía mi hijo día á día á través de los siglos retorna vivo en medio de ustedes. Regresa a ustedes, aunque en verdad nunca los ha abandonado. Cuando uno de ustedes, hijos míos, regresa á él. Mi corazón materno insulta de alegría por eso, hijos míos, regresen á la eucaristía, á mi hijo. El camino hacia mi hijo es difícil lleno de renuncias, pero al final está siempre la luz. Yo comprendo vuestros dolores y sufrimientos y con amor maternal enjugo vuestras lágrimas, confíen en mi hijo porque la hará por ustedes lo que ni siquiera ustedes sabrían pedir. Ustedes, hijos míos, deben preocuparse sólo por el alma. Porque ella es lo único que les pertenece en la tierra sucia. Olimpia la tendrán que presentar ante el padre celestial. Recuerden la fe en el amor de mi hijo. Jesús siempre es recompensada. Les pido que oren de manera especial por quienes mi hijo ha llamado á vivir según él y á amar á su rebaño. Les doy las gracias. Reflexionemos largamente en este mensaje. Volvamos a escucharlo y de verdad que el espíritu santo. Pueda hacernos entender cada palabra que escuchamos ahorita, porque son palabras preciosas que vienen del cielo del padre celestial para cada uno de nosotros.