Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
En estos Podcasts reflexionamos sobre las palabras preciosas de Nuestra Madre, la Reina de la Paz. Palabras hermosas que vienen del Cielo como un regalo para nosotros.
Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
Queridos Hijos, Hoy Los Invito a Dar Gracias a Dios Por Todos Los Dones Que Han Descubierto En El Curso De Sus Vidas
Nuestra Madre , en esta reflexión nos habla de la importancia de ser agradecidos.
Ven espíritu santo, lleno los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor, envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos a reflexionar sobre un mensaje hermoso de nuestra madre el 25 de septiembre. De donde nuestra madre nos invita a darle gracias a Dios por todos los dones que nosotros, cada uno de nosotros hemos descubierto en el curso de nuestras vidas. Nuestra madre nos dice aún el más pequeño don que ustedes hayan percibido. La importancia de dar las gracias. La importancia de ser agradecidos es una parte muy importante de la santidad. Nuestra madre nos dice en su mensaje de este 25 de de novi de septiembre del 89, que ella también le da gracias a Dios junto con nosotros por esos tos por esos regalos. Que hemos recibido de Dios, que muchas veces pensamos que ya los tenemos, que así nacimos. Pues, que así somos con esos dones nuestra madre nos viene a decir todo lo que tienen ustedes, todo el más pequeño don, es un regalo. De Dios para cada uno de ustedes. Nuestra madre nos dice yo doy gracias con ustedes y deseo que todos ustedes experimenten el gozo de estos dones. Y deseo que Dios lo sea todo para cada uno de ustedes. Y entonces, queridos hijos, ustedes podrán crecer continuamente en el camino de la santidad. O sea la importancia de reconocer á Dios en cada uno de estos dones, la importancia de saber que no los adquirimos por nuestras propias fuerzas que no los tenemos porque pensamos que somos buenos. Porque pues somos muy inteligentes porque estudiamos porque rezamos porque vamos a misa, no, esta madre nos dice esto es, es algo que Dios les da. Por el amor que les tiene, porque muchas veces no nos merecemos tanto regalo de Dios, tanto don de Dios, porque no lo amamos por sobre todas las cosas. No lo amamos sin medida. No lo ponemos el en el primer lugar. No lo cogemos siempre a él. Al contrario, muchas veces las cosas de Dios nos aburren. Muchas veces decimos que flojera esto, que flje ir a misa que flojera rezar, pero no sabemos que detrás de ese esfuerzo por de verdad ir a misa, ir a confesarnos, leer la biblia, rezar el rosario detrás de ese esfuerzo. Está algo dulce. Está algo hermoso. Está un regalo que Dios nos tiene que Dios nos quiere dar. Pero muchas veces por la impaciencia, porque no tenemos tiempo porque que por la flojera no vamos, no rezamos, no estamos ante el santísimo. O sea, cualquier cosa que empecemos a hacer que sea de Dios, corremos, no tenemos tiempo. Sentimos la necesidad de que ya me quiero ir y no sabemos que si nos esperamos un poquitito más, vamos a encontrar la dulzura. De ese momento de estar con Dios la la dulzura de ese momento que nosotros aguantamos que dijimos okey, me voy a quedar a rezar. Me voy a quedar la adoración. El santísimo me voy a quedar un ratito después de la misa, rezando detrás de todo eso está el regalo. Está un don precioso de Dios. Por eso, la virgen nos dice que Dios sea todo para vd, que cada vez que lo busquemos, no nos aburramos, sino que demos tiempo a a cogerle sabor á estar con él de cogerle sabor á rezar de cogerle sabor. Al rosario a la adoración, el santísimo a la santa misa. Irnos a confesar a la lectura de la biblia. Siempre hay algo dulce. No nos vayamos antes de experimentar esa dulzura. No dejemos ese regalo por otra cosa por irnos a hacer alguna cosa del mundo de la tierra de lo material. Nuestra madre nos dice yo doy gracias con ustedes y deseo que todos ustedes experimenten el coso de estos dones. Y deseo que Dios lo sea todo para cada uno de ustedes. Vamos a escuchar entonces el mensaje a nuestra madre donde nos dice, queridos hijos, hoy los invito a dar gracias a Dios por todos los dones que ustedes han descubierto. En el curso de sus vidas e incluso por el don más pequeño que hayan percibido. Yo doy gracias con ustedes y deseo que todos ustedes experimenten el gozo de estos dones y deseo que Dios lo sea todo para cada uno de ustedes. Y entonces, queridos hijos, ustedes podrán crecer continuamente en el camino de la santidad. Gracias por haber respondido a mi llamado.