Queridos Hijos, Que Su Esperanza Sea La Alegría Del Encuentro Con El Altísimo En La Vida Cotidiana.

Nuestra Madre, en esta reflexión nos anima a no descuidar la oración porque la oración hace milagros.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor, envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Vamos a seguir reflexionando en los mensajes de nuestra madre donde nos habla de la eternidad de que el cielo existe de que el padre celestial la ha enviado a ella en este tiempo. Por 43 años a conducirnos a él a regresarnos a él, hablarnos de estas realidades preciosas del cielo, hablarnos del padre celestial y hablarnos del amor tan inmenso que su hijo Jesús tiene por cada uno de nosotros en este mensaje del 25 de mayo del. Es un resumen de todo lo que hemos venido tratando de entender. Cuando nuestra madre nos dice anhel en el cielo, anhelen las realidades celestiales, anhelen a Dios, busquen lo a él. Nuestra madre nos dice el 25 de mayo del queridos hijos en este tiempo, inquieto, los invito a tener más confianza en Dios, que es el padre de ustedes que está en los cielos y que me ha enviado. Para conducirlos a él. Ustedes abran sus corazones a los dones que él desea darles. Y en el silencio del corazón, adoren a mi hijo que ha dado su vida para que vivan en la eternidad. O sea, si esa eternidad no existiera, si ese cielo no existiera, entonces, por qué vino Jesús á morir por nosotros? Precisamente vino á morir por nosotros para que pudiéramos estar en la eternidad con él. O sea, como dijo San Pablo, ni ojo ha visto ni o oído escuchado ni mente ni corazón puede entender lo que Dios tiene preparado para aquellos que lo aman. El padre celestial envió á su hijo a morir por nosotros para que gozáramos de eternidad preciosa de estar con él. Toda la vida para siempre de estar con el padre con nuestro padre que nos creó. Somos de él, le pertenecemos á él. Nuestra madre nos dice al principio el mensaje, queridos hijos, en este tiempo, inquieto, los invito a tener más confianza en Dios que es el padre de ustedes. Es nuestro padre. Él nos creo por labor. Le pertenecemos á él y él nos quiere con él para toda la eternidad. Quiere que cosemos de la belleza enorme que es de verdad. El cielo es precioso y todo lo que hay en el cielo. Nuestra madre continua diciéndonos. Ustedes abran sus corazones de los dones que él desea darles. Y en el silencio del corazón aen á mi hijo Jesús, que ha dado su vida para que vivan el eterne sea adoren á mi hijo. Vayamos á al santísimo sacramento y adoremos a Jesús de verdad. Seamos conscientes en ese memento. Agradezcamos que dió su vida para que nosotros vivamos eternamente con él en el cielo para toda la vida. Nuestra madre nos dice adoren, á mi hijo Jesús, que ha dado su vida para que viven en la eternidad adonde quiere lucirlos. Nuestra madre continua diciendo que su esperanza. Sea la alegría del encuentro con el altísimo en la vida cotidiana. Sea que nuestra esperanza, nuestra alegría, nuestro gozo sea encontrarnos con el padre celestial todos los días y á cada momento á través de la oración. Nuestra madre nos dice por eso los invito. No descuiden la oración porque la oración hace milagros. O sea, no descuidemos esa unión, esa relación con nuestro padre que nos ama y que ha enviado su hijo para salvarnos. No descuidemos esa oración, ese encuentro todos los días con el altísimo porque de ahí van a suceder los milagros. La virgen nos dice por eso los invito. No descuiden la oración porque la oración hace milagros, o sea, ese encuentro. Con el padre celestial, ese anhelo de estar cerca de él, ese anhelo de adorarlo al lavarlo, bendecir lo darle las gracias por todo lo que nos da, porque todo lo que tenemos viene de Dios como un regalo para nosotros. Yo es que no se nos olvide. Está atento a nosotros que quiere encontrarse con nosotros porque quiere realizar milagros enormes en nuestras vidas, en nuestras familias y en el mundo entero. Y para finalizar, hay un mensaje que nuestra madre nos dio el 25 de abril de donde nos dice yo oraré. Ustedes e interceder por ustedes anterior para que puedan comprender la grandeza de este regalo que Dios me concede de poder estar con ustedes o sea de poder ayudarnos. A que ese encuentro con el padre sea más fácil a que ese encuentro con el padre celestial para nosotros sea dulce, sea algo que nosotros necesitemos todos los días. Encontrarnos con nuestro padre para que los milagros sucedan el milagro de nuestra conversión, el milagro de nuestra paz interior, el milagro de. Poder nosotros perdonar a los demás, soportar con paciencia los defectos de los demás, amar a los demás y, sobre todo, amar a Dios por sobre todas las cosas.