Los Invito A Todos A Que Sus Corazones Ardan Con El Amor Más Intenso Posible Hacia El Crucificado.

Nuestra Madre, en esta reflexión, nos invita a una conversión profunda y a abrir nuestro corazón a la infinita misericordia de Dios.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor, envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Vamos a escuchar hoy un mensaje hermoso de nuestra madre y es del 25 de febrero, el, pero es un. Mensaje actual es un mensaje para aita es un mensaje que toca cada uno de nuestros corazones porque son palabras que vienen del cielo. Son palabras del padre celestial que nos ama para cada uno de nosotros. Y nuestra madre empieza por decirnos, queridos hijos, abran su corazón a la misericordia de Dios en este tiempo. Cu, eres mal. El padre celestial desea liberar á cada uno de ustedes de la esclavitud del pecado. Por eso hijitos, aprovechen este tiempo y á través del encuentro con Dios en la confesión. Abandonen el pecado y decídase por la santidad. Hagan eso por amor á Jesús, quien con su sangre ha redimido, á todos para que fueran felices y estuvieran en paz de verdad. Un mensaje precioso de nuestra madre, un mensaje que nos habla a cada uno de nosotros al corazón cuando nos dice. Abran su corazón, á la misericordia de Dios en este tiempo, cues mal, o sea, abran su corazón, deseen con todo su corazón. Esa misericordia que Dios quiere darles en este tiempo, sea, nuestra madre nos está invitando a vivir la cuaresma como un tiempo de conversión profunda, o sea de verdad cambiar, reconocer donde estamos mal y desear con nuestro corazón, volver a Dios, ponerlo en el primer lugar, darle a él las primeras horas de la mañana, confiar en él en su misericordia, en su amor. De verdad, nuestra madre quiere que nosotros acojamos el amor y el perdón de Dios. Que nos abramos a esa misericordia que Dios quiere darnos. Nos quiere mostrar su amor, nos quiere dar su perdón. O sea, la misericordia de Dios es infinita, pero para nosotros recibir esa misericordia. Tenemos que estar abiertos. Tenemos que reconocer que necesitamos de Dios, o sea, abrir el corazón, dejar atrás todo lo que lo que nos impide acercarnos a él y de verdad pedirle perdón. Él quiere perdonarnos y quiere que confiemos en su perdón. Quiere que confiemos en su misericordia porque muchas veces. Cargamos culpas rencores o desesperanzas o traemos heridas del pasado. Y la virgen nos invita a permitir que la misericordia de Dios sane esas heridas. Nos transforme, nos cambie, nos sane que podamos respirar. Podamos sentir que Dios está presente, que Dios está cerca, que Dios nos ama, que es hermoso y que su misericordia es enorme, enorme, preciosa. Pero para esto, tenemos que poner a Dios en el primer lugar y tenemos que. Rezar o sea, la importancia de la oración del santísimo rosario de la adoración al santísimo del sacramento de la reconciliación, donde nos encontramos con la misericordia de Dios de una manera hermosa que nos restaura. Nos renueva, nos sana, nos perdona. También es importante. La eucaristía, recordemos que cada misa es el sacrificio del calvario hecho presente por amor a nosotros de nuestra madre. Nos quiere que aprovechemos este tiempo hermoso de cuaresma y nos samos a esa gracia. Pero lo más hermoso de todo es que la virgen nos dice que hagamos esto por amor a Jesús. O sea, nuestra madre nos está pidiendo algo muy específico y muy hermoso. Que hagamos eso, que regresemos a Dios, que lo pongamos en el primer lugar que aceptemos su misericordia, su perdón, que vayamos al sacramento de la reconciliación que hagamos esto por amor a Jesús quien con su sangre. Redimido a todos para que fueran felices y estuvieran en paso. O sea esto que la virgen nos pide que hagamos es para que nosotros seamos felices, que aprovechemos este tiempo, cu mal y nos abramos a la misericordia de Dios. Acudamos al sacramento de la reconciliación, nos quiere perdonarnos, quiere dar su amor. Quiere que sentamos sus cercanías, su presencia, su ternura de padre que nos ama. Y que quiere que est amos felices. Y para esto, nuestra madre nos dice el de septiembre del queridos hijos también. Hoy los invito a todos a que sus corazones ardan con el amor más intenso posible hacia el crucificado. Y no olviden que, por amor a ustedes, dio su vida para que ustedes se salvaran. Hijitos, mediten y oren para que su corazón se abra al amor de Dios.