Estoy Con Ustedes Tanto Tiempo Porque Dios Es grande En Su Amor Y Mi Presencia.

Nuestra Madre,en esta reflexión nos recuerda que Dios, en su inmenso amor, no nos deja solos. Su grandeza se manifiesta en la presencia maternal de la Virgen, quien nos acompaña, nos guía y nos llama a la conversión.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor, envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Vamos a reflexionar hoy en dos lindos mensajes de nuestra madre donde nos asegura que no estamos solos, que el amor del padre la tiene aquí en la tierra. Nosotros en este tiempo para que nos tome de la mano para que nos dé seguridad, para que ella sea nuestro refugio y fortaleza en este tiempo difícil en el que estamos viviendo. El de mayo del nuestra madre nos dice, queridos hijos, estoy con ustedes tanto tiempo porque Dios es grande en su amor y mi presencia. Es lo que nuestra madre nos quiere decir con estas palabras. Qué es lo que nuestra madre nos quiere revelar? Cuál es esa verdad que quiere que nosotros conozcamos? Cuando la virgen dice estoy con ustedes tanto tiempo porque Dios es grande en su amor y en mi presencia nuestra madre está enfatizando que su permanencia prolongada es un regalo de Dios. De verdad tenemos que aprovechar este tiempo. Tenemos que ver esto como una gracia enorme del amor de Dios hacia cada uno de nosotros. Recordemos. Que no se trata sólo de su voluntad de la virgencita, sino de un acto de amor divino que permite que ella continúe guiando a la humanidad en el camino de la conversión en el camino del regreso a Dios en el camino de ponerlo a él en el primer lugar. Nuestra madre nos está recordando que él siempre espera. Nuestra madre se ha estado apareciendo en medu y ya por 44 años, lo que muestra que Dios no se cansa de llamar a la humanidad. Nuestra madre también nos recuerda la grandeza de su amor. No sólo se manifiesta en las apariciones, sino el hecho de que él nos permite que nosotros podamos sentir la cercanía de nuestra madre como madre preciosa, que es como guía espiritual, su amor es tan grande que no nos deja solos. La virgen nos deja claro que su presencia no es algo ordinario ni automáticos en una gracia especial hermosa de Dios para nosotros. Su permanencia es un reflejo de cuanto nos ama a Dios y cuánto desea nuestra salvación de verdad. Es un llamado claro de la virgen, un llamado urgente a la conversión, regresar a Dios y a la oración. Nuestra madre. En otro mensaje hermoso. También os habla de ese amor precioso del padre celestial. Nuestra madre nos dice el de noviembre, los queridos hijos, el padre no los ha dejado á merced vuestra. Su amor es inmenso. Amor que me conduce á ustedes para ayudarlos a conocerlo, para que todos por medio de mi hijo puedan llamarlo con todo el corazón. Padre. O sea aquí, la virgen nos está asegurando que Dios no nos ha abandonado. A pesar de las dificultades del pecado y de la aparente confusión en el mundo, Dios sigue sosteniendo la humanidad. Dios sigue cerca de nosotros a veces podemos sentir que estamos solos o que Dios está distante. Pero la virgen nos dice que eso no es verdad. Dios no nos deja a nuestra propia suerte ni ni nos permite perdernos sin darnos su ayuda. O sea, aunque no entendamos el plan de Dios, Dios nunca jamás nos abandona. Su amor es inmenso, amor que la conduce a ella, a nosotros aquí la virgen nos explica la razón de su presencia entre nosotros. Es el amor de Dios que la envía. Dios ama tanto a la humanidad que ha permitido su presencia en medu y durante tanto tiempo, ella no viene por sí misma, sino porque Dios desea que la que lo conozcamos mejor a través de su madre. La virgen nos enseña con ternura. Nos habla en un lenguaje que podemos entender y nos muestra cómo acercarnos más a Dios de verdad. Vivamos los mensajes de la virgen. Aprovechemos este tiempo de gracia que ella está con nosotros porque va a llegar un tiempo que ella ya no esté con nosotros y lo vamos a sentir. Nos va a doler el corazón. Nos vamos a poner muy tristes porque ahorita ella nos está dando esa esa fortaleza, con su cercanía, con su dulzura, con su intercesión. El padre la tiene aquí con nosotros y el padre quiere que nosotros sintamos su cercanía y nos sentamos seguros con ella de verdad. Agradezcamos al padre celestiales, este regalo tan hermoso de nuestra madre y con nosotros ya aquí por casi 44 años, y pedirle al espíritu santo que podamos sentir su amor, su dulzura, su ternura. Sentir que nos tiene bajo su manto y que estamos siendo protegidos en este tiempo y en este momento por ella.