Sean Alegres Portadores De Jesús Resucitado, En este Mundo Sin Paz, Que Anhela A Dios.

En esta reflexión, nuestra Madre nos invita a ser portadores alegres de Jesús resucitado en medio de un mundo herido que busca a Dios sin saberlo. Con ternura y fuerza, nos recuerda que no estamos solos: ella camina con nosotros y nos ama con un amor especial.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar. Un mensaje hermoso nuestra madre del 25 de abril del. Donde nuestra madre nos dice, queridos hijos, sean alegres portadores de Jesús resucitado en este mundo sin paz que anhela á Dios y todo lo que es de Dios. Yo estoy con ustedes hijitos y los amo con un amor especial. Gracias por haber respondido. Ha mi llamado. Y hoy lunes, comenzamos lo que la iglesia llama la octava de pascua. Y no, no es una simple semana más en el calendario litúrgico. Es un tiempo sagrado, un eco prolongado de la mañana de resurrección, como si el cielo no pudiera contener su alegría. Y quisiera que nosotros también la vivamos. Á plenitud día tras día. Es como si cada día fuera ese día del triunfo, ese amanecer en que la piedra fué removida y el sepulcro quedó vacío para siempre. En esta octava Dios nos regala la oportunidad de despertar el corazón y recordar que Jesús está vivo. Que no es un recuerdo del pasado, ni una idea lejana sin una presencia real que camina con nosotros, que transforma nuestras heridas y que le da sentido á todo. Es como si el señor nos dijera cada día estoy aquí, he vencido. El amor no ha muerto. Estoy contigo. Y María, nuestra madre nos toma de la mano y nos dice con ternura y fuerza. Ahora llévelo al mundo llé ven á mi hijo resucitado donde más lo necesitan. Ahora vamos á reflexionar en las palabras de nuestra madre donde nos dice sean alegres portadores de jesus resucitado. Nuestra madre no nos pide sólo tener fé, sino llevar á Jesús vivo dentro de nosotros con alegría, con luz, con entusiasmo. Y cómo se hace eso? Llevamos á Jesús vivo cuando alimentamos su presencia en nosotros, orando con el corazón recibiéndole eu christia con amor escuchando su palabra como quien escucha al amado. Lo llevamos con alegría verdadera. Esa que no depende de lo externo, sino de saber que él está con nosotros, que nada ni nadie puede separarnos de su amor. Lo llevamos con luz cuando nuestras palabras, gestos y actitudes reflejan su ternura, su paz, su compasión y lo llevamos con entusiasmo cuando no ocultaban nuestra fe. Cuando decimos con nuestra vida, Jesús vive y vale la pena seguirlo así vivimos como María con el corazón lleno de Dios y las manos abiertas al mundo. Cuando nuestra madre nos pide que llevemos á Jesús á los demás, nuestra madre nos dice lleven á Jesús á este mundo sin paz. Nuestra madre reconoce la herida del mundo, la falta de paz, los conflictos del vacío interior, pero no se queda en el diagnóstico. Nos envía como portadores del único que puede traer la verdadera paz, su hijo Jesús, donde no hay paz. Tú y yo somos llamados á llevar la presencia del resucitado. Luego nuestra madre nos dice este mundo que anhela á Dios y todo lo que es de Dios. Aunque el mundo no lo diga, hay hambre de Dios en los corazones. Hambre de amor verdadero, de sentido de consuelo de eternidad. Y la virgen nos recuerda. No se queden con Jesús para vds solos. El mundo lo necesita. Llévelo con valentía.