Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
En estos Podcasts reflexionamos sobre las palabras preciosas de Nuestra Madre, la Reina de la Paz. Palabras hermosas que vienen del Cielo como un regalo para nosotros.
Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
Sean Ustedes Quienes Se Conviertan y, Con Su Vida, LLeven La Alegría Del Resucitado A Este Mundo En Que Mi Hijo Murió.
Nuestra Madre, en esta reflexión,nos habla a los que creemos en Jesús y nos confía una misión: llevar la alegría del Resucitado a un mundo que ya no lo busca. Con amor, testimonio y esperanza, seamos luz para los que no tienen a Jesús.
Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra hoy es miércoles dentro de la octava de pascua. Y vamos a reflexionar un un mensaje hermosísimo. De nuestra madre del de agosto del donde con ternura y firmeza nos dice queridos hijos, sean ustedes quienes se conviertan y con su vida testimonian, amen, perdonen y lleven la alegría del resucitado á este mundo en que mi hijo murió y en el que la gente no siente la necesidad de buscarlo y de descubrirlo en su vida. Adore y que vuestra esperanza sea la esperanza de aquellos corazones que no tienen á Jesús. Gracias por haber respondido hame llamado este mensaje es un grito de amor y á la vez un llamado urgente de nuestra madre. La virgen nos está hablando á nosotros á ti, á mí, á todos los que conocemos, á Jesús, á los que lo amamos y lo llevamos en el corazón. Ella nos mira con ternura y con confianza. Nos confía una misión. Nos dice vds, lleven la alegría del resucitado. Porque si nosotros que lo conocemos, no lo llevamos, quién lo hará? Pero no es cualquiera alegría. No es una emoción del momento. Es una alegría profunda que nace de saber que Jesús estaba muerto, pero ahora está vivo. El sepulcro vacío es la señal de que la muerte no pudo detener á Jesús. Y si ni la muerte pudo contra él, entonces ninguna tristeza. Ningún pecado, ningún dolor es más fuerte que su amor. Esa es la alegría que celebramos en pascua, una alegría que sana, que libera que transforma la vida. Pero luego la virgen nos dice dónde debemos llevar esa alegría. Y eso es lo que más toca el corazón. Nuestra madre nos dice á este mundo en que mi hijo murió. Jesús murió por amor. Murió por ti, por mí, por todos. Y sin embargo, este mundo ya no lo busca. No lo siente, vive como si nunca hubiera existido. La gente no siente la necesidad de descubrirlo porque ha llenado su corazón de otras cosas. Y eso es un dolor muy grande para la virgen María. Pero al mismo tiempo, es una esperanza porque ella nos dice á vd, que creen los necesito. Ella nos llama. Sean ustedes quien se conviertan teen amen. Perdonen, adoren lo no como una costumbre, no como un deber. Adoren lo con el corazón con todo el ser ptr ante él y dejen lo entrar porque sólo el que adora encuentra. Sólo el que se rinde ante Jesús lo descubre de verdad. Y entonces nuestra esperanza se vuelve una antorcha encendida, una esperanza que ilumina á los que no tienen á Jesús á los que viven apagados, tristes, vacíos. Nuestra vida puede ser la chispa que los despierte porque muchas veces los demás no lo buscan porque nadie les ha mostrado que está vivo. Hoy, tú y yo estamos llamados á llevar la alegria del resucitado con todo nuestro corazón, á mostrarle al mundo que Jesús camina con nosotros y que no hay tristeza, pecado ni muerte que él no pueda transformar. Nuestra misión es sencilla y hermosa. Amar más, perdonar más, orar más, adorar más y vivir con esperanza. Porque cuando vivimos con Jesús en el corazón, esa alegría se nota y entonces el mundo cambia poco poquito desde el alma desde lo profundo de su corazón.