Despierten Sus Almas Con La Oración, Para Que Estén Dispuestos A Recibir La Luz Del Resucitado.

En esta reflexión, nuestra Madre nos llama a despertar del adormecimiento espiritual a través de la oración. Solo con el alma despierta podremos recibir la luz transformadora de Jesús resucitado, acercarnos a su Corazón y abrirnos a la vida eterna.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envi, tu espiritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra en esta semana de pascua. Nuestra madre nos habla con la ternura que solo una madre puede tener, pero también con la fuerza de quien nos ama profundamente. Y para esto, vamos á reflexionar. En el mensaje del de marzo del 1000, donde nuestra madre nos dice, queridos hijos, en este tiempo de primavera, cuando todo se despierta del sueño invernal, despierten también ustedes sus almas con la oración para que estén dispuestos á recibir la luz de Jesús resucitado. Que él hijitos los acerque á su corazón para que puedan estar abiertos á la vida eterna. Oro por ustedes, é intercedo ante el altísimo por vuestra sincera conversión. Gracias por haber respondido á mi llamado de verdad. Estas palabras son una joya para el alma. La virgen nos llama despertar del invierno interior. Ese que vivimos cuando nos alejamos de Dios. Cuando la fe se enfría, cuando nos dormimos espiritualmente, pero no nos pide despertar con esfuerzo humano, nos dice despierta en sus almas con la oración, porque la oración es el soplo de vida del alma. Es el momento en que dejamos entrar. La luz del resucitado es el puente entre la tristeza y la esperanza entre el silencio y el amor. La luz de Jesús resucitado no es una luz cualquiera es una luz que atraviesa el dolor, la soledad, el pecado. Y lo transforma todo desde dentro. Es una luz que abraza y salva, pero sólo puede entrar en un alma despierta. Y por eso nuestra madre nos llama á orar, porque quien ora se abre á la luz. Luego, como madre que intercede por sus hijos, ella nos dice que él los acerque, á su corazón. Y aquí está el corazón de todo. Permitirnos ser amados, dejarnos, tocar, dejarnos, atraer el corazón de Jesús es refugio. Es verdad, es un lugar donde comienza la vida eterna. Estar cerca de su corazón es vivir ya. Lo eterno es dejar que él viva en nosotros. Y finalmente, nuestra madre nos confía algo maravilloso. Oro por ustedes e intercedo ante el altísimo por vuestra sincera conversión. No estamos solos. Nuestra madre ruega por nosotros. Lleva nuestro nombre ante el padre, intercede por nuestro cambio profundo, no sólo exterior, sino esa conversión sincera que transforma la vida y nos prepara para recibir todo lo que el cielo quiere regalarnos. En resumen. En esta reflexión, nuestra madre nos llama despertar del invierno del alma, á través de la oración para abrirnos, á la luz viva y transformadora del resucitado. Nos invita á dejarnos amar por Jesús, á permitir que él nos acerque á su corazón y á vivir desde ya la vida eterna. Nuestra madre ora por nosotros, suplica por nuestra conversión sincera y nos acompaña. Con amor de madre.