Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje

Hijitos, Regresen A Dios, Para Que Se Sientan Bien En Sus Corazones y En La Tierra En La Viven

Paty Gallego Season 3 Episode 84

En esta reflexión, nuestra Madre nos recuerda que Dios desea vernos en paz:
con el corazón sereno y la vida habitada por Su presencia.
Cuando volvemos a Él, todo florece: el alma, la mirada… y hasta la tierra que pisamos.

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy continuamos con la siguiente parte de su mensaje del de abril del donde ella nos revela el por qué de ese llamado tan urgente. Para que se sientan bien en sus corazones y en la tierra en la que viven. De verdad? Qué hermoso. Descubrir que el llamado de nuestra madre no nace de un mandato frío, sino de un deseo profundo de amor. De madre. Ella quiere que tú estés bien, que tu corazón esté bien, que no vivas, agitado, perdido, angustiado, ó herido, sino en paz, en luz, en comunión con Dios y contigo mismo. Y es que cuando regresamos a Dios como nuestra madre nos pide, nuestro corazón encuentra su verdadero hogar. Cuando decimos que el corazón encuentra su verdadero hogar, nos referimos esa experiencia profunda de volver adonde siempre hemos pertenecido. El hogar es el lugar donde eres amado sin condiciones, volver á dioses, regresar al único lugar donde somos amados, tal como somos, no por lo que logramos ni por lo que aparentamos. Es volver á ese amor que nos conoce hasta lo más profundo. Y aun así nos abrasa con ternura infinita. Es el hogar donde no tienes que fingir, es donde puedes bajar las máscaras, soltar las defensas y descansar de la lucha interior. Estar en dioses como volver al regazo de una madre donde puedes llorar. Reír caer y volver. Á empezar. Y sabes que ahí está bien. Y cuando volvemos, el alma reconoce con una certeza silenciosa. Este es mi lugar aquí, pertenezco aquí. Soy yo. Aquí está mi padre. Sentirse bien en el corazón no significa no tener problemas, sino tener una paz profunda que nos sostiene incluso en medio de ellos es vivir con un corazón en silencio. Es una paz que brota de saberse en el lugar correcto en el corazón de Dios. Y sobre todo de la certeza profunda de que Dios nos escucha de que él está nuestro lado de que nos ama con amor eterno y desea darnos lo que con fe y humildad le pedimos esa certeza transforma el alma, nos llena de confianza, nos hace vivir en con gratitud. Nos permite esperar incluso cuando todo parece oscuro. Pero su deseo no se detiene solo en el corazón. Nuestra madre nos dice también y en la tierra en la que viven, porque María no separa el alma de la vida cotidiana. Ella sabe que cuando el corazón está bien, la tierra también puede sanar á través de nosotros. Aunque esta tierra esté herida dividida, cansada, Dios no la ha abandonado. María sabe que la tierra se transforma cuando el cielo habita en los corazones. No se trata de esperar que cambie el mundo entero, sino de permitir que Dios transforme este pequeño trozo de tierra que habitamos. Comenzando por nuestro corazón, donde hay oración sincera, hay cielo donde hay amor, hay reino donde hay almas unidas, á Dios, la tierra entera se vuelve más habitable, más humana, más sagrada. Por eso hoy nuestra madre nos recuerda con amor hijito, regresen á Dios. Oren con el corazón y sus corazones se encontrarán la paz que anhelan aun en medio de este mundo herido. Ella quiere que estemos bien, hoy es un día para dejarnos abrazar por su llamado y volver al único lugar donde el corazón sana. Donde la vida se llena de sentido en el amor de Dios.