En La Oración, Ustedes Conocerán El Gozo Más Grande Y Encontrarán La Solución A Cualquier Situación Difícil.

En esta reflexión, nuestra Madre nos revela el poder oculto de la oración: allí se esconde el gozo más profundo y la luz que disipa toda oscuridad… un regalo del cielo para tu corazón.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Vamos á reflexionar en un mensaje breve pero inmenso. Un mensaje que nuestra madre nos dió el de marzo del 85 y que contiene una de las promesas mas fuertes, mas tiernas y mas verdaderas que han bajado del cielo. Nuestra madre nos dice á cada uno de nosotros, queridos hijos, hoy quiero hacerles esta invitación. Oren, oren en la oración. Ustedes conocerán el gozo más grande y encontrarán la solución á cualquier. Situación difícil. Nuestra madre no repite las cosas por costumbre. Cuando ella dice oren, oren, oren lo hace con el alma de madre que suplica, que sabe que ve. Nos lo dice tres veces, porque la oración es la puerta de todo, porque sin oración, el alma se enfría, el corazón se endurece y la vida se vuelve ciega. María no nos está regañando. Nos está invitando con urgencia con dulzura con verdad. Nuestra madre no dice en la oración, ustedes conocerán el gozo más grande. Ese gozo no es una emoción momentánea. No depende de que todo vaya bien ni de que tengamos la vida perfecta. Es el gozo de estar en la presencia de Dios, de saberse amado de descansar en él. Es el gozo de saber que no está solo. Que alguien te escucha, te sostiene y te abrasa. Es el gozo de la confianza. Es el gozo que permanece incluso en medio de las lágrimas. Es un anticipo del cielo, una paz que no se puede explicar. Una certeza suave. Dios está contigo. Y luego nuestra madre no dice algo aún más fuerte y hermoso. Y encontrarán la solución á cualquier situación difícil. Te das cuenta de lo que nuestra madre está diciendo. No es una frase decorativa, es una promesa del cielo porque cuando oras, Dios actúa. A veces cambia la situación, pero siempre cambia tu corazón. En la oración puedes ver con más claridad soltar lo que no puedes cargar, recibir paz donde había angustia y descubrir una salida que no habías visto. La oración abre puertas sana, heridas, fortalece el alma y trae la presencia del espíritu santo. No hay situación demasiado difícil para el amor de Dios. Y cuando horas con fe ya estás poniendo esa situacion en sus manos. Por eso hoy dejemos que esta invitacion de nuestra madre resuene profundamente. En el alma, oren, oren, oren, ora con el corazón, ora con humildad, ora con fe. Oremos también por las intenciones y los planes de nuestra madre que ella misma nos ha pedido sostener con nuestra oración. Oremos para que esos planes que ella tiene se realicen. Para que nada los detenga para que el amor de Dios triunfe. Tu oración tiene peso, tu oración llega al cielo. Tu oración sostiene lo invisible. Y por eso nuestra madre nos dice oren, oren, oren.