Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
En estos Podcasts reflexionamos sobre las palabras preciosas de Nuestra Madre, la Reina de la Paz. Palabras hermosas que vienen del Cielo como un regalo para nosotros.
Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
Mientras, Hijos Míos, No Cesen De Orar Por El Don De La Fe.
En esta reflexión, nuestra Madre nos recuerda que la fe es un don que debemos pedir cada día. Solo con fe, la Palabra de Dios se vuelve luz en medio de las tinieblas. María camina con nosotros, nos guía con ternura y nos enseña que la oración es la fuerza que mantiene encendida la fe.
Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Vamos á reflexionar hoy en tres mensajitos hermosos dados en años distintos. Pero que resuenan con más fuerza que nunca. En este tiempo en que estamos viviendo. Estos mensajes que nos despiertan, nos guían y que nos recuerdan que no estamos solos. En el mensaje del 25 de abril de los nuestra madre nos alerta y nos dice los vientos del desasosiego, del egoísmo y del pecado están apoderándose de muchos corazones y los conducen á la desolación y á la perdición. Esos vientos, aunque invisibles, se sienten. La inquietud, el cansancio interior, la pérdida de sentido, el miedo, la confusión, la tentación de encerrarnos en nosotros mismos de buscar soluciones sin Dios. Nuestra madre no nos dice esto para asustarnos. Nos lo dice para despertarnos, para que estemos atentos para que no nos dejemos en volver. Y entonces llega el mensaje al de octubre, el donde nos abre su corazón y nos dice Dios me ha enviado entre ustedes por amor para conducirlos por el camino de la salvación de verdad. Qué regalo tan inmenso. El padre no nos deja solos. Ha enviado á nuestra madre por amor para caminar con nosotros en este tiempo difícil. Pero ella también nos dice muchos de ustedes han abierto sus corazones y han aceptado mis mensajes, pero muchos se han extraviado en este camino y nunca han conocido con todo el corazón al Dios del amor. Cuántas veces se empieza el camino, pero se abandona. Cuántos comienzan con entusiasmo, pero se enfrían, se distraen, se extravían y María lo ve y no los juzga. Ella los sigue esperando. Sigue llamando, sigue confiando. Y entonces, en el mensaje del de octubre, el nuestra madre nos muestra lo que significa caminar con ella. Ella nos dice los llamo á acompañarme en la misión que Dios me ha confiado con el corazón abierto y lleno de confianza. El camino por el que los conduzco por voluntad de Dios es difícil, pero requiere perseverancia. Y al final nos reuniremos todos en Dios. El camino. No es fácil, pero María no nos deja. Ella camina delante. Ella guía. Ella sostiene. Y aquí viene el corazón. Desta reflexión. Nuestra madre nos dice mientras hijos míos, no cesen de orar por el don de la fe. Sólo á través de la fe. La palabra de Dios era luz en las tinieblas que quieren envolverlos. María nos está diciendo que la fe es un don, no un mérito, no algo automático. Es una gracia que debemos pedir cada día. La fe es lo que nos permite ver á Dios cuando todo está oscuro. Y sin oración, esa fe se apaga. Por eso ella insiste no cesen de orar por el don de la fe, porque sólo con fe la palabra de Dios será luz, luz que guía luz que consuela luz que vence las tinieblas y esas tinieblas están ahí. El desasosiego, la angustia, la tristeza, el pecado, el miedo, la tentación de alejarnos. Y entonces lo entendemos. La fe es la antorcha. La oración es el fuego. Y María es la mano que guía porque la fe es esa luz que cargamos para haber en medio de la oscuridad. La oración es lo que mantiene esa luz encendida. Y María es quien nos toma de la mano y nos conduce por el único camino seguro el que lleva á Dios hoy. Nuestra madre nos dice una vez más, no tengan miedo. Yo estoy con ustedes. Les doy las gracias