Regocijénse En El Amor, Hijitos, Porque Son La Alegría De Dios En Este Mundo.

En esta reflexión, nuestra Madre nos recuerda quiénes somos para Dios: únicos, amados e insustituibles. Él nos llama por nuestro nombre, y su alegría es vernos vivir desde el amor.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar tres mensajes preciosos. Tres mensajes que nos recuerdan algo que nuestra alma necesita escuchar. Quiénes somos ante Dios y cuánto valemos para él. La virgen nos dice el de noviembre del 1000. Queridos hijos, el padre celestial está en cada persona. Ama á cada uno y llama á cada uno por su propio nombre. Si Dios está en ti, no está lejos, no está distraído, no está ocupado con otros. Está contigo. Y te ama. Te ama con un amor personal íntimo real. No te ama por lo que haces, ni por lo que aparentas ni por lo que logras. Te ama porque eres suyo y te llama. Te llama por tu nombre. Ese nombre que conoce desde antes de que nacieras ese nombre que pronuncia con ternura cuando ve que te sientes cansado, confundido ó solo ese nombre que lleva grabado en su corazón. Y hay algo más que la virgen nos recuerda el de mayo del la virgen nos dice cada uno de ustedes es un mundo único ante el padre celestial. Sí, tú eres un mundo único. No hay nadie igual á tí. Dios no repite sus obras, tu forma de amar de reir, de sentir, de vivir todo eso es un regalo único que sólo tú puedes ofrecer. Y por eso nadie puede ocupar tu lugar. La virgen nos lo dice con tanto amor el 25 de octubre, el. Regocíjese en el amor hijitos porque ustedes son únicos é insustituibles ante los ojos de Dios porque son la alegría de Dios en este mundo. Y sabes qué significa eso? Que tu vida no es reemplazable? Eres insustituible ante Dios. Nadie más puede ocupar tu lugar en su corazón. Nadie puede hacer en este mundo lo que tú fuiste llamado hacer con tu forma de ser con tu historia, con tu alma. Si tú no estás falta algo, Dios te creó con un amor irrepetible. Eres parte de un plan único. Personal intransferible. Eres una historia viva de amor. Y por eso María nos dice rego en el amor, regocijarse en el amor es más que sentirse bien. Es descansar en ese amor, vivir con la certeza de que no estamos solos y dejar que ese amor nos dé alegría. Verdadera. Una alegría que no depende de las circunstancias. Es vivir con gratitud es reconocer que tu vida tiene valor, que Dios te ama como eres y que tu alma es alegría para el cielo. Así que no lo olvides, estás lleno de Dios, eres único ante el padre, eres insustituible y eres alegría para este mundo. Y hoy nuestra madre viene á recordártelo.