Y Este Tiempo Será Para Ustedes Un Don Y Un Camino En La Santidad Hacia la Vida Eterna.

En esta reflexión, nuestra Madre nos recuerda que la santidad no es un ideal lejano, sino el camino real hacia la vida eterna. Nos invita a dejar que el Espíritu Santo nos transforme con su luz y verdad, para que este tiempo de gracia sea un verdadero don para nuestra alma.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envi, tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy continuamos reflexionando en el mensaje del de mayo del donde la virgen, nuestra madre nos habla de algo inmenso y bellísimo. Nos dice que este tiempo será para nosotros un don y un camino en la santidad hacia la vida eterna. Cuando la virgen habla de un don, está diciendo que este tiempo no es un derecho ni una coincidencia, sino un regalo precioso del cielo. Es un regalo porque el padre nos permite vivir en un momento donde ella está con nosotros guiándonos. Un don porque cada día, con su presencia, es una oportunidad para acercarnos más á Dios, pero no se queda ahí. Nos dice que este tiempo también es un camino en la santidad y que es la santidad. A veces pensamos que ser santo es algo lejano, inalcanzable ó aburrido, como si se tratara de estar todo el día rezando sin alegría. Pero no la santidad como bien lo dijimos ayer, no es otra cosa que ser totalmente de Dios es vivir en su amor. Vivir en su verdad es dejar que el espíritu tanto nos transforme desde dentro. Es permitirle á Dios, ser nuestro guía, nuestro consuelo, nuestra fuerza, ser santo es vivir como vivió Jesús con humildad, con alegría, con compasión, con verdad. Es vivir sabiendo que mi vida no me pertenece solo á mí, sino que tiene un propósito eterno. Y esta santidad nos conduce á lo más grande, la vida eterna. La virgen no está hablando solo de un bienestar temporal. Nos está señalando el destino final de nuestras almas. Nos quiere llevar al cielo. Pero ese cielo comienza aquí cuando comenzamos á vivir como hijos de Dios. Qué fuerzas tienen estas palabras de nuestra madre? La virgen nos está diciendo que no podemos llegar al cielo sin la guía del espíritu santo, porque sólo él conoce el camino de la verdad. Y esa verdad no es una idea. Es una persona, Jesucristo. Ser santos, como lo dijo Jesús, es vivir en la verdad. Y cuál es esa verdad que Dios nos ama, que fuimos creados para el cielo que estamos aquí para amar y ser amados. El plan del espíritu santo es que tú y yo vivamos como vivió Jesús. Ese camino de la santidad es el camino de la salvación y es el camino á la vida eterna. Entonces, cuando la virgen nos dice que este tiempo será para nosotros, un don y un camino en la santidad nos está diciendo déjense transformar. Déjense conducir por el espíritu santo, entréguela el corazón para que les muestre el camino de Jesús.