Invoquen Al Padre, Él Los Espera. Vuelvan A Él.

En esta reflexión, nuestra Madre nos invita a mirar sinceramente el corazón y volver al Padre que nos espera con amor. Invoquémoslo, hablemos con Él, abramos nuestra alma y dejémonos guiar por la ternura de quien nos creó y no se cansa de esperarnos💙

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy nos detenemos á reflexionar con el corazon bien abierto en el mensaje del de noviembre del donde nuestra madre nos invita á mirar dentro. Sin máscaras sin defensas con humildad y verdad. Cuando ella nos dice queridos hijos, hoy también estoy entre ustedes para mostrarles el camino que los ayudará á conocer el amor de Dios, amor de Dios que les ha permitido sentirlo como padre é invocarlo. Como padre, qué belleza. Dios no es un juez lejano. Ni un creador indiferente es un padre y no sólo eso nos ha permitido sentirlo así. Su deseo no es imponerse, sino acercarse. Su amor es tan profundo que nos da libertad para amarlo ó no, pero su anhelo es que lo conozcamos, lo invoquemos, lo sintamos como padre cercano, tierno, confiable y justo ahí, la virgen nos hace una pregunta que atraviesa el alma cuando nos dice espero de ustedes que miren con sinceridad en sus corazones. Y vean cuánto lo aman. No? Cuántos saben de él? No cuanto rezan, no? Cuántas cosas hacen, sino cuánto lo aman, dónde está Dios en mi escala de prioridades? Es el último en ser amado. Es de quien me acuerdo al final del día, ó sólo cuando hay necesidad. Ella nos pone un espejo interior y nos dice. Circundados de bienes cuántas veces lo han traicionado, negado y olvidado. Y sí, muchas veces, sin darnos cuenta, lo relegamos, lo sustituimos por cosas que se acaban por distracciones por seguridades falsas. Y entonces llega la voz de madre firma y clara que nos dice. Hijos míos no se engañen con los bienes terrenales. Piensen en el alma que es más importante que el cuerpo. Purifiquen la invoquen al padre, él los espera, esta es la parte más hermosa. El padre los espera. No se ha cansado de tí. Ni te ha dejado. Está ahí. Esperando como lo hizo con el hijo pródigo con la misma ternura con la misma esperanza, no con reproches, sino con los brazos abiertos. Y María concluye con palabras que ya conocemos y que hoy suenan aun más vivas. Vuelvan á él. Yo estoy con ustedes porque él en su misericordia me envía. Ella está entre nosotros por misericordia del padre, porque quiere que volvamos porque nos ama. Y sabe que si el padre no hay vida, no hay paz, no hay plenitud hoy. Haz una pausa, cierra los ojos y mírale á él. Pregúntate con sinceridad cuánto lo amo. Cómo está mi relación con el padre? Lo invoco? Lo escucho, le doy un lugar en mi alma. Y si te das cuenta de que lo has olvidado un poco, no temas hoy es el día para volver. El no se ha olvidado de tí. El te espera con el mismo amor con la misma ternura con la misma fidelidad, vuelve á. Él vuelve á la fuente de tu paz, de tu verdad, de tu ser hoy es tiempo de regresar al corazón del padre y dejarte abrazar.