Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
En estos Podcasts reflexionamos sobre las palabras preciosas de Nuestra Madre, la Reina de la Paz. Palabras hermosas que vienen del Cielo como un regalo para nosotros.
Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
Junto Al Oasis De Paz Que Les He Prometido Está El Desierto Donde Satanás Acecha.
En esta reflexión, nuestra Madre nos advierte que alrededor de cada oasis de paz que Dios nos regala, el enemigo acecha para arrastrarnos al desierto. Nos enseña que solo con la oración y la vida en gracia podremos cuidar ese oasis interior para que nada ni nadie nos robe la paz.
Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todos será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar en un mensaje hermoso de nuestra madre del de agosto de donde nuestra madre empieza por decirnos. Queridos hijos, ustedes saben que yo les he prometido un oasis de paz, pero no saben que junto al oasis está el desierto donde acecha Satanás y trata de tentarlos á cada uno de ustedes. Queridos hijos, sólo con la oración, ustedes serán capaces de vencer toda influencia de Satanás en el lugar donde viven. Yo estoy con ustedes, pero no puedo privarlos de su libre voluntad. Gracias por haber respondido á mi llamado. Este mensaje es una imagen viva de nuestra vida espiritual. María nos habla de un oasis de paz, un lugar interior donde el alma respira, descansa, se refresca y encuentra la presencia de Dios. Es el fruto de la gracia, de la oración y de la vida en paz con Dios y con los demás. Pero María nos advierte algo que quizá no pensamos junto al oasis. Está el desierto no están lejos uno del otro. Y en ese desierto, Satanás acecha no descansa. Busca que demos un paso en falso para alejarnos de la fuente de paz y arrastrarnos a la sequedad del alma a la tentación, a la división al desánimo. El paso del oasis al desierto puede ser rápido e imperceptible. Basta descuidar la oración. Dejar que entre en la critica la ira, la tibieza y sin darnos cuenta, el agua de la paz se evapora. María nos dice que la única manera de vencer la influencia de Satanás es la oración constante. No es opcional, no es cuando me acuerdo. Es la respiración del alma, así como el cuerpo no puede vivir sin aire. El alma no puede mantenerse en el oasis sin oración. Ella nos asegura. Yo estoy con ustedes, pero también os recuerda una verdad seria. No puede privarnos de nuestra libertad. El oasis está ahí. La madre está ahí, pero la decisión de permanecer ó salir de él es nuestra hoy, nuestra madre nos invita á preguntarnos estoy en el oasis ó en el desierto. Estar en el oasis significa vivir en paz con Dios con mi conciencia tranquila, con mi corazón limpio y fortalecido por la oración. Estar en el desierto es vivir en sequedad interior sin fuerza, sin ganas de orar. Dejándome llevar, por lo que me roba la fe y la esperanza. Dónde estoy yo hoy? Qué cosas están robando? Mi paz? Tal vez sea una herida no perdonada. Una preocupación que no cono á Dios una rutina que me aleja de la oración o conversaciones y ambientes que me intoxican el alma. Identificar lo que me roba la paz es el primer paso para cerrarle la puerta al enemigo. Estoy cuidando la oración como se cuida un tesoro. Si tuviera una joya de gran valor, no la dejaría tirada ni expuesta. La guardaria con cuidado así debe ser la oración. Algo que se protege. Que se prioriza y que no se deja perder por nada ni por nadie porque vivir en el oasis no es cuestión de suerte. Es cuestión de lección diaria. Elegir, orar, elegir, perdonar, elegir, confiar, incluso cuando no tengas ganas, incluso cuando me cueste. Madre llé vanos siempre al oasis de paz que tu hijo nos da. No permitas que la seducción del desierto nos aleje de tu corazón. Enséñame, á orar sin cesar para que la paz de Dios reine nuestro interior y sea luz para quienes nos rodean.