Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje

Con Mi Hijo, Vuestras Almas Alcanzarán Nobles Metas Y Nunca Se Perderán.

Paty Gallego Season 3 Episode 158

En esta reflexión, nuestra Madre nos recuerda que el Padre derrama sobre nosotros en este tiempo una gran gracia: su presencia viva entre nosotros. Ella viene a guiarnos a Jesús, para que, con Él en el corazón, nuestras almas alcancen nobles metas y nunca se pierdan, aun en medio de la oscuridad más densa.

Ven espíritu santo llena á los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Vamos á reflexionar hoy en el mensaje del de enero del donde la virgen María nos abre el corazón y nos habla con claridad diciéndonos. Queridos hijos. A pesar de que una gran gracia del cielo les es especialmente prodigada vuestros corazones permanecen duros y sin respuesta, hijos míos, por qué no me entregan completamente vuestros corazones? Sólo deseo poner en ellos. Paz y salvación. Poner á mi hijo. Con mi hijo, vuestras almas alcanzarán nobles metas y nunca se perderán. Aun en la mayor oscuridad. Encontrarán el camino, queridos hijos, decídase por una nueva vida con el nombre de Jesús en vuestros labios. Les doy las gracias. Esta gran gracia del cielo no es algo abstracto. Es María misma enviada por el padre en este tiempo. Para nosotros, ella es el regalo extraordinario que el cielo derrama ahora con abundancia y urgencia. Nunca antes en la historia se había prolongado una presencia así diaria cercana maternal para advertirnos, consolarnos y guiarnos directamente hacia Jesús. Y sin embargo, María nos dice con tristeza que aun viendo y recibiendo este regalo tan inmenso, nuestros corazones muchas veces permanecen duros, fríos, ó indiferentes. Ella no viene á quitarnos nada, sino á poner en nosotros. Paz, salvación y á su hijo Jesús. Y nos hace una promesa preciosa cuando nos dice con mi hijo. Vuestras almas alcanzarán nobles metas y nunca se perderán. Las nobles metas no son éxitos pasajeros, sino logros eternos. Vivir en santidad, cumplir la misión que Dios nos confió amar con un amor puro, ayudar á otros á salvarse y finalmente, á alcanzar el cielo. Ya. Aquí está la esperanza que no se apaga cuando nos dice aun en la mayor oscuridad, encontrarán en el camino. No importa cuán densas sean las tinieblas de este tiempo, confusión, mentiras, heridas, pecado. Si Jesús está en el corazón, siempre habrá luz para guiarnos. Por eso María nos suplica. Decíd por una nueva vida con el nombre de Jesús en vuestros labios. Esa nueva vida es dejar de vivir para nosotros mismos y comenzar á. Vivir para Dios es caminar con Jesús en el centro de cada decisión, pronunciar su nombre como escudo, vivir con el corazón limpio y con la mirada fija en la meta final el cielo. Esta gran gracia. María, nuestra madre está aquí ahora derramando sobre nosotros todo el amor y la ayuda del cielo. Abramos el corazón, recibamos este regalo y dejemos que de su mano encontremos siempre el camino seguro hacia Dios.