Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje

Estoy Con Ustedes Y Deseo Que Me Crean Que Los Amo

Paty Gallego Season 3 Episode 161

En esta reflexión, nuestra Madre nos llama con urgencia y ternura a orar por sus intenciones. En esas intenciones estamos cada uno de nosotros: nuestras familias, nuestras ciudades y nuestras necesidades más profundas. Ella nos recuerda que la oración y el ayuno son las armas para frenar el plan de Satanás, y que la voluntad de Dios —que nos llama a la santidad— sólo se cumple cuando le decimos un “sí” libre y lleno de amor.

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar en el mensaje del de octubre, el donde nuestra madre nos llama con mucho amor y con gran urgencia. Cuando nos dice oren por mis intenciones para que por medio de sus oraciones, se detenga el plan de Satanás sobre esta tierra. Y aquí vale la pena de tenernos. Cuáles son esas intenciones? A veces las personas piensan que sonen asuntos lejanos ó misteriosos. Pero en las intenciones de Maria, estamos cada uno de nosotros, ahí está nuestras familias, nuestras comunidades, nuestras ciudades y hasta las necesidades mas personales que guardamos en el corazón. Orar por sus intenciones es orar también por nuestra conversión, por nuestra salvación, por nuestra protección y por la paz en el mundo. Por eso cuando ella nos lo pide, no es algo opcional. Ó secundario es una llamada urgente del cielo para que unidos á su corazón, cooperemos en los planes de Dios. Y también hay algo que debemos tener muy claro cuando la virgen nos dice que por medio de sus oraciones, se detenga el plan de Satanás sobre esta tierra está hablando de nuestras oraciones. Dios quiere que sean nuestras súplicas, nuestras palabras y nuestra fe, las que se unn al cielo para frenar el mal. Aquí hay algo fundamental. Jesús y María pueden vencer á Satanás y nosotros. El poder de Dios es infinito, pero por amor y respeto, á nuestra libertad, nos piden que colaboremos y que tomemos una decisión. Dios, nos creo sin pedirnos permiso, pero no nos salvará si nosotros no lo queremos. Él quiere que su victoria también sea nuestra victoria. Fruto de un si libre, consciente y lleno de amor. Mariano nos deja sin armas, nos da los medios para luchar. La oración y el ayuno son las mismas armas que desde los primeros tiempos del cristianismo han protegido á los hijos de Dios. Sin embargo, muchas veces creemos que oramos mucho, pero si fuéramos honestos, veríamos que pasamos más tiempo en llamadas en redes, leyendo noticias o viendo televisión que en diálogo con Dios. La oración no es sólo rezar, es un encuentro vivo con Dios y de ese encuentro nace una fe fuerte capaz de mover montañas. El ayuno por su parte, fortalece nuestra voluntad, nos purifica por dentro y nos ayuda á estar más libres para decirle si, adiós. Si no oramos y no ayunamos, nuestra fe se debilita porque la fe es confianza en alguien y ese alguien es Dios. En otro mensaje del de noviembre de la virgen, nos dice unas palabras que deberiamos grabar en el alma. Estoy con ustedes y deseo que me crean que los amo. No es una frase más, es el suspiro profundo de una madre que ve que muchos de sus hijos no conocen ni creen en el amor inmenso que les tiene. A ella le duele que vivamos como huérfanos desconfiados ó distraídos cuando su corazón arde de amor por cada uno de nosotros. Su mayor deseo es que creamos que nos dejemos amar. Porque quien se sabe amado por Maria y por Dios, ya han encontrado un refugio seguro en medio de cualquier batalla. Este mensaje termina con un llamado claro. Hagan la voluntad de Dios. El salmo 40 nos dice yo amo, Dios mío, tu voluntad y cuál es la voluntad de Dios que seamos santos Y ser santos no es otra cosa que vivir en obediencia amorosa, á lo que Dios nos pide día tras día. La humildad es la marca de quienes hacen su voluntad. Son mansos, confiados, obedientes. En cambio, los que no responden esta llamada viven atrapados en lo material, midiendo todos según el mundo, y así pierden la alegría. Hoy más que nunca, madre, querida, nos tomamos de tu mano y junto á ti, le decimos á Jesús. Sí, señor, queremos hacer tu voluntad. Enséñame, á or y ayunar con amor para que tu hijo reine nuestros corazones de nuestras familias y en el mundo entero. Que tu amor de madre nos cubra y tu intercesión os proteja de todo plan del enemigo. Llé vanos siempre hasta el corazón de Jesús, donde encontraremos la verdadera paz y la alegría que nada ni nadie nos podrá quitar.