Soy La Reina De La Paz Y Vuestra Madre. Deseo Conducirlos Por El Camino De La Paz.

En este mensaje, nuestra Madre nos invita a reconciliarnos con Dios, a orar sin cansarnos y a valorar la paz como el tesoro más grande. Ella, Reina y Madre, desea conducirnos a Jesús, la verdadera Paz, para que nuestra vida se convierta en testimonio de amor y alegría.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envi, tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra en los mensajes del de noviembre del y el 25 de abril del la virgen mariano. Recuerda algo fundamental. La paz es un don de Dios. Y ella, como regla de la paz, viene a conducirnos hacia él en noviembre del nos dice trabajen y construyan la paz a través del sacramento de la confesión. Reconcilie con Dios hijitos y verán milagros en torno á vd. Aquí nos enseña que la paz no es simplemente ausencia de conflictos, sino un fruto de la reconciliación con Dios. La confesión limpia el corazón restaura la relación rota con el padre y abre la puerta a los milagros de la gracia. En abril del añade hoy los invito á todos, á orar por la paz y testimoniarla en sus familias. Á fin de que la paz se convierte en el tesoro mas grande en este mundo. Sin paz, no tienen futuro ni bendición. Yo soy su reina de la paz y su madre. Deseó conducirlos por el camino de la paz que solamente proviene de Dios con ternura. Se presenta como reina, pero inmediatamente añade y su madre es como si nos dijera sí, soy reina. Pero antes que todo, soy madre y como madre me anhelo es guiar á mis hijos hacia la verdadera paz. A aquí descubrimos algo esencial. La paz no es una idea, sino una persona, Jesucristo y María. Como reina y madre, lo único que desea es llevarnos á él el verdadero rey de la paz. Cuando la virgen nos dice que la paz debe ser el tesoro más grande, nos está enseñando que la paz es el fundamento sobre el cual se construye todo lo demás. Un tesoro es aquello que tiene un valor incalculable, lo que no se quiere perder por nada del mundo. La paz es tesoro, porque primero brota del corazón de Dios. No es una paz frágil ni superficial, sino la misma presencia de Jesús en el alma. Segundo. Da seguridad y fortaleza. Un corazón en paz no se deja arrastrar por el miedo ni por las tinieblas. Tercero, permite amar sin paz. No podemos amar de verdad porque la inquietud interior roba la capacidad de entregarnos al otro. Y cuarto, abre el corazon á la alegria. Cuando reina la paz, aun en medio de pruebas, el alma puede esperimentar la ternura y la cercanía de Dios. Por eso, sin paz, no hay bendición ni futuro. Como dice la virgen, la paz es el tesoro más grande, porque es el bien que el mundo no puede dar, pero que sostiene todos los demás bienes, la familia, la unidad, la paz, la esperanza y el amor. Nuestra madre quiere enseñarnos a valorar la paz como ese tesoro escondido del evangelio, por el cual vale la pena dejar todo lo de demás. Porque quien tiene la paz de Dios lo tiene todo. Y quien la pierde, lo pierde todo. Por eso insiste tres veces. Oren, oren, oren. La oración es el camino seguro que abre nuestro corazón, á Jesús fuente de la paz, y nos permite testimoniar con nuestra vida el amor y la aleg alegría de Dios hoy, escuchando nuestra madre, podemos decirle. María reina de la paz y madre nuestra enséñame á valorar la paz como el tesoro más grande llé vanos al encuentro con tu hijo en la confesión, en la oración y en la vida diaria que nuestra vida se convierta en un testimonio vivo de la paz de Dios.