Queridos Hijos, Mis Hijitos, Mis Amados, Oren Con Todo El Corazón Para Que Se Realicen Mis Planes.

En esta reflexión la Virgen nos habla con ternura. Nos llama hijos, hijitos, amados, y nos recuerda que somos elegidos porque hemos respondido. Con amor de Madre, nos dice que nos abraza de manera especial, para que desde ese abrazo podamos orar con todo el corazón, ayunar, sacrificarnos y ser sus manos extendidas en este mundo que no conoce al Dios del amor.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envi, tu espiritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. En este tiempo, la virgen nos habla con un amor tan palpable que llega directamente al corazón hoy reflexionamos sus palabras, queridos hijos. Mis hijitos mis amados en este mensaje del de agosto del María. Abre su corazón de madre y nos llama con ternura infinita. Queridos hijos, mis hijitos, mis amados no es una repetición, es un creciente de amor. Primero, queridos hijos, luego hijitos, después, amados. Ella nos reconoce como aquellos que hemos respondido, que intentamos vivir sus palabras, que amamos á Dios sobre todas las cosas. Y por eso, desde ese amor, nos invita á orar con todo el corazón, á ayunar, á, sacrificarnos y á hacer sus manos extendidas en un mundo que no conoce todavia al Dios del amor. El de noviembre de los, nuestra madre nos dice. De manera especial hijitos á quienes abrazo con ternura. Este mensaje completa lo anterior después de llamarnos sus amados ahora nos estrecha contra su corazón. Nos dice que nos abraza. Y no de cualquiera manera, sino de manera especial y con ternura. Es decir, este amor no es abstracto ni general, sino real, concreto, personal. Cada vez que la virgen nos llama hijitos, nos está tocando con el mismo amor con que tocaba el niño Jesús en sus brazos. El de septiembre del nuestra madre nos dice. Ustedes hijitos están llamados á testimoniar, viviendo el amor con que Dios los envuelve día á día con mi presencia aquí, la madre nos revele el secreto cuando ella nos dice mis amados y nos abraza con ternura, en realidad es Dios mismo que nos envuelve con su amor a través de su presencia. María es el abrazo visible de Dios. Es la caricia concreta con que el padre nos recuerda que no estamos solos. Su presencia me du signo de que el cielo mismo se inclina para estar á nuestro lado para cubrirnos con amor y darnos seguridad cuando la virgen nos llama así hijitos. Mis amados á quienes abrazo con ternura nos está diciendo déjense amar. Déjense abrazar. Déjense envolver por Dios, á través de mí. No basta con escuchar. Hay que abrir el corazón y creerlo. De verdad estamos siendo abrazados y desde ese abrazo, ella nos envía como testigos. Si somos sostenidos por su ternura, entonces podemos ser sus manos extendidas, portadores de paz y de amor para un mundo herido por el odio y la inquietud mensaje para nosotros hoy. La virgen no nos habla con distancia, nos habla con ternura. Nos llama hijos hijitos amados nos abrasa de manera especial. Nos envuelve día día con su presencia, que hoy podamos detenernos un momento, cerrar los ojos y sentir ese abrazo real de la madre desde ahí. Responder con amor, oración y entrega.