Yo Los Bendigo Y Me Quedaré Con Ustedes Tanto Tiempo Como Sea La Voluntad De Dios

En esta reflexión, la Virgen nos agradece porque hemos respondido a su llamado y confía en nosotros. Nos pide ser fuertes y decididos, servir a Dios y a la paz, y nos anima a orar, ayunar y amar para ser sus manos extendidas en un mundo que necesita descubrir al Dios del amor.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar en tres mensajes de nuestra madre que se responden entre sí como un tejido perfecto del cielo. El del de agosto, el el del de enero de y el del de agosto del en todos late la misma palabra. Respuesta. Primero, el inicio del plan en el mari nos dice aquí inicié con esta parroquia y he llamado al mundo entero. Muchos han respondido. Sin embargo, es enorme el número de aquellos que no desean escuchar ni aceptar mi invitación. Por eso ustedes que han dicho sí, sean fuertes y decididos desde medu Gori, el cielo lanzó un llamado universal. Algunos abrieron el corazón, otros lo cerraron. Y en medio de esa realidad, la virgen nos señala á tí y á mí. Ustedes que han dicho sí, no es un sí, cualquiera es un sí que necesita fortaleza y decisión para permanecer fiel. Segundo, la confianza de María en la virgen nos bendice con palabras llenas de ternura y confianza. Yo los bendigo y me quedaré con ustedes tanto tiempo como sea la voluntad de Dios. Gracias porque ustedes no van á traicionar mi presencia aquí. Yo les doy gracias también porque su respuesta es la de servir á Dios y á la paz aquí se nos revele el corazón de María. Confía en nosotros. Cree que no vamos á traicionar su presencia, que confianza tan grande de una madre en sus hijos y nos da las gracias porque nuestro sí. Se traducen servicio, servir á Dios y ser constructores de paz. Tercero, el abrazo de madre finalmente en el nos dice con un cariño inmenso, queridos hijos, hijitos míos, amados míos, ustedes son elegidos porque han respondido. Han puesto en práctica mis indicaciones y aman a Dios sobre todas las cosas. En esas palabras, se siente un abrazo del cielo. No sólo nos llama hijitos, nos dice amados míos y al mismo tiempo nos agradece. Gracias porque han respondido. Sabe que no ha sido fácil que hay cansancio, luchas, renuncias, pero también sabe que hemos permanecido. Por eso nos anima. Oren con todo el corazón ayen. Hagan sacrificios, amen por amor, á Dios y sean mis manos extendidas en este mundo que no ha conocido al Dios del amor.