Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje

Queridos Hijos, Que Este Tiempo Sea Un Tiempo De Oración Por La Paz.

Paty Gallego Season 3 Episode 191

En este mensaje, la Virgen nos recuerda que la paz verdadera comienza en el corazón, se extiende a la familia y se irradia al mundo entero. A través de la oración, nos invita a ser instrumentos de esa paz que sólo Jesús puede dar.

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz en la tierra. Hoy íbamos á reflexionar en el mensaje de nuestra madre, el de septiembre del 1025, con palabras breves, pero llenas de fuerza. Ella nos dice, queridos hijos. Que este tiempo sea un tiempo de oración por la paz. Gracias por haber respondido á mi llamado. Muchos podrían pensar que orar por la paz significa simplemente pedir por el fin de las guerras. Claro que eso también es necesario. Pero María nos habla de algo más profundo. La verdadera paz comienza en lo más íntimo del corazón. Si nuestro corazón está inquieto, cargado de rencor de miedo ó de tristeza, no podemos ser instrumentos de paz. Por eso la virgen insiste tanto en la oración porque es en la oración donde el corazón se sana, se llena del amor de Dios y recibe la paz que sólo Jesús puede dar esa paz que permanece incluso en medio de las pruebas. Cuando esa paz habita, nuestro interior se refleja de inmediato en la familia. Una madre ó un padre en paz con Dios cambie el ambiente de la casa. Sus palabras son diferentes. Sus gestos transmiten ternura. Su mirada lleva consuelo y poco á poco. La familia se convierte en un oasis de paz donde armonía, gozo, perdón y la presencia viva de Dios. Esa paz después se extiende hacia afuera, á los amigos al trabajo á la comunidad no se trata solamente de evitar discusiones, sino de irradiar, serenidad, paciencia y bondad, siendo sembradores de paz en cada encuentro. La oración nos da la fuerza para vivir de esta manera para llevar la luz de Dios donde hay cansancio ó división. Y finalmente, cuando muchos corazones orantes viven en esta paz, el efecto se multiplica y llega del mundo entero. Así lo dijo María en oren, oren, oren que la oración comencé a reinar en el mundo entero. La virgen ve la fuerza de la oración unida aré puertas, á la misericordia de Dios, incluso en los lugares marcados por el odio y la violencia. Por eso, cuando ella nos pide que este tiempo sea un tiempo de oración por la paz, nos está recordando que la paz no es algo lejano ni imposible. Comienza en mí, se extiende á mi familia alcanza á mi entorno y se proyecta al mundo entero. Asi nuestra vida se convierte en un instrumento precioso en las manos de Dios para atraer al mundo lo que mas necesita la paz. Que viene del cielo.