Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
En estos Podcasts reflexionamos sobre las palabras preciosas de Nuestra Madre, la Reina de la Paz. Palabras hermosas que vienen del Cielo como un regalo para nosotros.
Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
Hijitos, A Quienes Abrazo Con Ternura, Los Animo A La Oración Por La Paz En El Mundo.
En este mensaje descubrimos cuánto nos ama María. Nos dice: “Hijitos, a quienes abrazo con ternura, los animo a la oración por la paz en el mundo.” Qué palabras tan dulces y profundas. Nos abraza con ternura y al mismo tiempo nos anima, nos impulsa, nos recuerda que la paz no viene sola: nace de la oración.
Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy unimos tres mensajes preciosos que muestran cuanto nos ama la virgen y lo que espera de nosotros. El de noviembre los nos dijo hijitos á quienes abrazo con ternura. Los animo á la oración por la paz en el mundo para que la paz prevalezca sobre la inquietud y el odio. Qué ternura tan grande. No nos habla de manera fría ni lejana. Nos llama hijitos y nos asegura que nos abrasa con ternura. Cada palabra es caricia de madre, recordándonos que no estamos solos después del de agosto de añadió queridos hijos. Hijitos míos, amados míos, oren con todo el corazón para que se realicen mis palabras. Aquí está la clave. Sus palabras no son sólo frases bonitas para escuchar y olvidar. Ella desea que se cumplan en nuestra vida, que se hagan realidad, y eso sólo será posible si oramos con todo el corazón. Finalmente, en septiembre los nos invitó que este tiempo sea un tiempo de oración por la paz. La virgen une sus mensajes en un mismo camino. Orar con todo el corazón, abrazar su ternura materna y dejarnos transformar para que la paz empiece en nosotros. Llegue a nuestras familias y se extienda al mundo entero. María como madre nos ha señalado puntos concretos para caminar hacia la conversión y hacia un encuentro con el Dios vivo. La paz como fundamento de todo la oración con el corazón que abre el alma, á la gracia, la conversión que significa un si diario, á Dios. Renovar cada día nuestra manera de vivir, decidirnos por él de nuevo, le eucaristía fuente y cumbre de nuestra fe, la confesión que limpia y renueve el corazón, la lectura de la biblia, donde escuchamos la voz de Dios, la adoración al santísimo que nos llena de su presencia y de su paz. No olvidemos que la virgen misma nos ha dicho, oren con todo el corazón para que se realicen mis palabras. Por eso, cada vez que oramos, ayunamos, nos confesamos, adoramos al santísimo, leemos la palabra y trabajamos en nuestra conversión personal. Estamos ayudando a que esas palabras se realicen en nuestra vida y en el mundo.