Queridos Hijos Sin Oración No Hay Paz. Por Tanto, Oren Por La Paz al Pie De La Cruz.

En este mensaje, la Virgen nos recuerda que sin oración no hay paz. Nos invita a orar al pie de la cruz, porque es ahí donde brota la verdadera paz que transforma el corazón, sana las familias y alcanza al mundo entero.

Transcript

0:04

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos a reflexionar en tres mensajes de nuestra madre que forman un hilo claro sobre la paz. El de septiembre del o el del 25 de octubre del y el más reciente el 25 de septiembre del en mari nos dijo con sencillez y fuerza, queridos hijos, sin oración, no hay paz. Por tanto, oren por la paz al pie de la cruz. Estas palabras son un cimiento. La virgen no nos habla de una paz superficial de acuerdos humanos, sino de la paz verdadera que brota del corazón de Cristo en la cruz. Es al pie de la cruz en la oración donde nacen la reconciliación y la paz duradera. Dos años después en nos volvió á insistir. Sin sus oraciones. Yo no puedo ayudarlos á realizar el mensaje que el señor me ha dado para vd. Oren para que en la oración ustedes lleguen á conocer la paz que Dios les da aquí. María nos abre un secreto profundo. Incluso su misión como madre depende de nuestra respuesta. Ella viene del cielo. Pero si no hay oración, sus mensajes no pueden realizarse en nosotros. Y además, nos aclara que la paz verdadera no se conoce con teorías ni discursos, sino en la experiencia viva de la oración que abre el corazón al don de Dios. Y ahora en este 2025, después de tantos años de insistencia, nos dice de nuevo, queridos hijos. Que este tiempo sea un tiempo de oración por la paz con palabras cortitas pero llenas de fuego. La virgen nos recuerda que seguimos en un tiempo de gracia, un tiempo decisivo. La paz comienza en lo más íntimo del corazón. Pasa á nuestras familias, á nuestra comunidad y unida muchas oraciones alcanza al mundo entero. La enseñanza es clara. Sin oración, no hay paz con la oración. En cambio. La paz brota en la familia y se extiende hasta transformar el mundo. María está con nosotros para guiarnos por este camino, pero necesita nuestra respuesta. Necesita nuestras oraciones.