Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje

Estoy Con Ustedes Y Les Doy Las Gracias. En El Cielo Recibirán La Recompensa Que El Padre Les Ha Prometido.

Paty Gallego Season 3 Episode 198

En esta reflexión, la Virgen nos recuerda que no estamos solos: ella está con nosotros, nos acompaña y agradece cada oración y cada pequeño sacrificio. Su gratitud es real y cercana, pero también nos señala algo más grande: el Padre nos tiene reservada en el cielo una recompensa eterna. Cada gesto de amor, cada renuncia y cada oración hecha con fe se transforman en semilla de paz aquí en la tierra y en gracia que un día florecerá plenamente en la vida eterna.

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envi, tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar en dos mensajes que se entrelazan con gran fuerza el del de febrero de y el del de septiembre del. En nuestra madre nos dijo he venido a aquí para mostrarles el camino de la paz y la salvación de sus almas. Les pido sus oraciones y que las ofrezcan por aquellos que están bajo la influencia de Satanás para que sean salvados. Estoy con ustedes y les doy las gracias en el cielo. Recibirán la recompensa que el padre les ha prometido. Qué ternura tan grande. En estas palabras, María agradece aquí y ahora lo que hacemos cada ayuno, cada sacrificio, cada renuncia, cada gesto de amor. Su agradecimiento no es una formalidad. Viene desde lo profundo de su corazón materno. Y al mismo tiempo, nos recuerda que lo poco que ofrecemos aqui se transforma en gracia eterna. Allá el padre nos tiene reservada en el cielo, una recompensa mucho mayor de lo que podamos imaginar en el vuelve á hablarnos con sencillez y fuerza, queridos hijos, que este tiempo sea un tiempo de oracion por la paz. Una vez mas nos muestra el camino. La oracion es en la oracion donde brota la paz verdadera, la que primero llene el corazón, transforma la familia y finalmente se expande al mundo entero. Es la oracion la que abre el cielo, incluso sobre quienes caminan en tinieblas, porque nada de lo que hacemos con amor se pierde. Unidos. Estos dos mensajes nos dejan una enseñanza preciosa. Orar por la paz es sembrar aquí en la tierra y es recibir un dia en el cielo. La cosecha prometida nos da las gracias ya desde ahora. Pero el padre mismo coronará con recompensa eterna. Todo lo que hay, hemos hecho con amor y fidelidad.