Oren, Hijitos Para Que Estén Abiertos A Recibir A Jesús El Rey De La Paz.

En este mensaje la Virgen nos pide abrir el corazón para recibir a Jesús, el Rey de la Paz. Él mismo quiere ser nuestra paz y colmarnos de ternura, de amor y de bendición. Si lo dejamos entrar, nuestros corazones se llenan de serenidad y del gozo del cielo, y así nos convertimos en reflejo de su luz y de su paz para el mundo.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envi, tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos á reflexionar en el mensaje del de diciembre del donde la virgen nos dice queridos hijos. Hoy les traigo á mi hijo Jesús, para que ustedes sean su paz y el reflejo de la serenidad y del gozo del cielo. Oren hijitos para que estén abiertos, á recibir la paz, porque muchos corazones están cerrados al llamado de la luz que cambia los corazones. Estoy con ustedes y oro por ustedes para que se abran a recibir al rey de la paz que colma sus corazones de calor y bendición. Gracias por haber respondido á mi llamado, qué ternura tan grande. En estas palabras, María nos trae á Jesús no como una idea lejana, sino como el rey de la paz, para que él mismo sea nuestra paz y añade algo bellísimo que lleguemos a ser reflejo de la serenidad y del gozo del cielo. Qué significa ser su paz? Significa dejarnos llenar de Jesús hasta que nuestra vida misma se convierte en un eco de su paz. Ser su paz es vivir reconciliados con Dios con un corazón en calma, aun en medio de las pruebas. Y así transmitir esa serenidad á quienes nos rodean es irradiar la alegría profunda de sabernos amados por Dios, una alegría que no dete de las circunstancias, sino de la presencia viva de Cristo en el alma. Cuando dejamos de entrar á Jesús, él nos transforma de tal modo que los demás pueden reconocer en nosotros un pedacito del cielo. Serenidad en medio de la tormenta. Gozo en medio de las dificultades, paz en medio de las tensiones. Finalmente mariano dice estoy con ustedes y oro por ustedes para que se abran á recibir al rey de la paz que colma sus corazones de calor y bendición. Qué palabras tan tiernas y fuertes á la vez. Ese rey de la paz es Jesús, y sólo él puede colmar nuestro corazón colmarlo de calor, de ternura de amor que abrasa de misericordia, que perdona de paz, que serena de bendición, que lo llena todo María hora para que lo recibamos de verdad, para que no lo tengamos solo como una idea lejana, sino como una presencia viva que trasforma. Porque cuando nos a abrimos á Jesús, nuestro corazón se enciende con su calor, se fortalece con su amor y se llena de una paz que nada ni nadie puede quitar. En resumen, María nos á Jesús, el rey de la paz, para que él sea nuestra paz y nos convierte en reflejo de la serenidad y del gozo del cielo. Si abrimos el corazón con confianza, esa paz y esa luz nos transforman y se expanden a través de nosotros hacia quienes nos rodean.