Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje

Queridos Hijos, Conviértanse Y Humildemente Pidan La Paz Al Altísimo.

Paty Gallego Season 3 Episode 205

En este mensaje, María nos recuerda que la verdadera paz comienza en la conversión personal y en la oración profunda. El camino no es fácil: implica renuncias, ayunos y sacrificios que cuestan, pero que nos unen al Calvario de Jesús y dan fruto de vida.

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy reflexionamos en el mensaje de la virgen María del de febrero del donde nos dice, queridos hijos. Conviertanse y resse de vestiduras penitenciales y de oración personal profunda. Y humildemente pidan la paz al altísimo en este tiempo de gracia. Satanás quiere seducirlos, pero ustedes hijitos, miren, á mi hijo y sigan lo hacia el calvario en la renuncia y el ayuno. Estoy con ustedes porque el altísimo me permite amarlos y conducirlos al gozo del corazón en la fe que crece en todos los que aman, á Dios, por encima de todo, gracias por haber respondido á mi llamado. Qué fuerza tienen estas palabras? Maria nos llama la conversión y a la oración profunda porque sólo así podemos pedir humildemente la paz al altísimo, pero también os advierte Satanás quiere seducirlos, él quiere distraernos, cansarnos de apartarnos de Dios. Por eso nos señale el camino. Miren, á mi hijo y sigan lo el calvario en la renuncia y el ayuno. Ese camino no es fácil. Nos cuesta renunciar. Á lo que nos gusta. Nos cuesta ayunar de la comida de los postres, de las comodidades, incluso de nuestra flojera. Todo eso duele porque somos egoístas y nuestro cuerpo reclama pero precisamente ahí está el valor cuando decimos sí, aunque nos cueste, estamos subiendo con Jesús. Ese pequeño calvario. Cada ayuno, cada sacrificio, cada renuncia hecha por amor, abre el corazón, nos une á Cristo y alcanza la paz para el mundo, incluso para nuestras familias. Porque la virgen lo ha dicho claramente con la oración y el ayuno, se pueden detener las guerras. Y despues nos consuela con una promesa llena de ternura. Estoy con ustedes porque el altísimo me permite amarlos y conducirlos al gozo del corazón. No estamos solos en este esfuerzo. Mari nos acompaña, nos sostiene y nos recuerda que el fruto de la renuncia no es tristeza, sino el gozo del corazón y una fe viva en Dios. En resumen primero, la virgen nos llama la conversión y á la oración personal profunda. Segundo, nos pide abrazar la renuncia y el ayuno, aunque cueste como un camino al calvario junto á Jesús para conseguir la paz. Nos consuela con la certeza de que está con nosotros, nos ama y nos conduce al gozo del corazón y á una fe viva y fuerte en Dios.