El Altísimo, En Su Bondad, Me ha Confiado A Ustedes Para Guiarlos Por El Camino De La Paz

En esta reflexión , la Virgen nos dice que el Altísimo, en su bondad, la ha confiado a nosotros para guiarnos por el camino de la paz. Nos recuerda que Dios es un Padre lleno de ternura que no nos deja solos, y que por amor nos da a María como Madre para que nos tome de la mano y nos conduzca hacia Jesús, nuestra verdadera paz.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy vamos a escuchar el mensaje completo de nuestra madre del de octubre del y después reflexionaremos en sus primeras palabras. Nuestra madre empieza por decirnos queridos hijos, el altísimo en su bondad me ha confiado á ustedes para guiarlos por el camino de la paz. Muchos han respondido y oran, pero hay muchas criaturas que no tienen paz y no han conocido al Dios del amor. Por eso hijitos, oren y amen formen grupos de oración para animarse mutuamente al bien, yo estoy con ustedes y oro por su conversión. Gracias por haber respondido a mi llamado. Qué mensaje tan bello y tan lleno de luz. Hoy vamos á detenernos, á reflexionar solamente en las primeras palabras de nuestra madre donde ella nos dice. El altísimo en su bondad me ha confiado á ustedes para guiarlos por el camino de la paz. Qué palabras tan profundas y llenas de amor. Aquí la virgen nos revela algo inmenso. El rostro de Dios padre, el altísimo no es un Dios lejano ni indiferente. Es un padre bueno lleno de tenor y compasión que piensa en cada uno de nosotros con amor concreto. Al decir en su bondad, María nos muestra la entraña amorosa de Dios, ese corazón paternal que no soporta habernos perdidos o sin paz. Por eso él actúa. No se queda mirando nuestro sufrimiento, sino que envía á la madre de su hijo para guiarnos, consolarnos y enseñarnos el camino que lleva de regreso á su corazón. Cuando María dice me ha confiado á ustedes, esa palabra encierra una ternura inmensa. Significa que Dios confía plenamente en ella. Le entrega la misión de cuidar á sus hijos. Le dice hija mía, te confió mis hijos cuda los gu alos cond, dú, celos, á mí, y también de algún modo nos la da como madre nuestra, como el regalo más tierno del cielo. Por eso, María no viene por cuenta propia, sino enviada por el padre movida por el amor del espíritu santo. María no viene á imponerse, sino á tomarnos de la mano y conducirnos hacia Jesús, que es la paz verdadera. El camino de la paz no significa ausencia de problemas, sino la presencia de Dios en el corazón. Esa paz interior que permanece aun en medio de las pruebas, es la paz del alma reconciliada del corazón que confía y se deja guiar. María como madre, camina con nosotros, nos enseña á, orar, á, escuchar, á esperar, á vivir en confianza hasta que la paz del cielo se refleje tan bien en nuestra vida. En resumen, en esta primera frase del mensaje, la virgen nos revele el corazón de un Dios que ama, confía y actúa. El altísimo en su bondad nos da á la madre de su hijo para guiarnos y á través de ella. Nos llama á caminar por el camino de la paz, que es Cristo mismo. Acojamos, á María y con ella acojamos la bondad infinita del padre que nos la envia.