Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje

Hijos Míos, Hagan Que Todos Conozcan A Mi Hijo. Hagan Que Sea Amado, Porque La Verdad Está En Mi Hijo.

Paty Gallego Season 3 Episode 222

En esta reflexión , la Virgen nos recuerda que la verdad no se busca lejos, porque la Verdad es su Hijo Jesús. Nos llama a vivirlo, a hacerlo amado y visible con nuestras obras y con nuestro amor. Así, cuando lo vivimos de verdad, su luz ilumina el alma y nos concede la paz.

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy meditamos las palabras preciosas de nuestra madre del de agosto del dadas al evidente mirana. Nuestra madre empieza por decirnos, queridos hijos. Yo como madre que ama á sus hijos, veo cuán difícil es el tiempo en el que viven. Veo vuestro sufrimiento, pero deben saber que no están solos. Mi hijo está con ustedes, está en todas partes, es invisible, pero lo pueden ver si lo viven. El es la luz que ilumina el alma y les concede la paz. El es la iglesia que deben amar y por la que siempre deben orar y luchar. Pero no sólo con las palabras, sino con las obras de amor hijos míos, hagan que todos conozcan á mi hijo, hagan que sea amado porque la verdad está en mi hijo. Nacido de Dios hijo de Dios. No pierdan el tiempo en reflexionar demasiado. Se alejarían de la verdad con un corazón simple. Acepten su palabra y vivan la si viven su palabra, amarán con un amor misericordioso. Se amarán los unos á los otros. Cuanto más amen, más lejos estarán de la muerte. Para aquellos que viven la palabra de mi hijo y la aman, la muerte será la vida. Qué ternura tan grande de la virgen cuando nos dice mi hijo está con ustedes, está en todas partes, es invisible, pero lo pueden ver si lo viven. Jesús está vivo. No es un recuerdo del pasado, ni una figura lejana. El está aquí. Presente en medio de nosotros, aunque no lo veamos con los ojos del cuerpo, pero podemos verlo con los ojos del corazón. Cuando lo vivimos. Vivir a Jesús significa hacerlo presente en nuestra manera de pensar, hablar y actuar. Lo vivimos cuando perdonamos como él perdonó cuando servimos con humildad, cuando amamos, incluso al que nos cuesta amar. Vivirlo es dejar que él ame. Piense y actúe dentro de nosotros. Entonces lo invisible se vuelve visible. Su presencia se manifiesta en nuestra vida. La virgen también os dice él es la luz que ilumina el alma y les concede la paz. Esa luz no sólo disipa tinieblas externas, sino las internas. La confusión, el miedo, la culpa, el dolor. Cuando dejamos entrar á Jesús en esas zonas oscuras del corazón, él ilumina sin juzgar, cura sin herir, y nos concede una paz que el mundo no puede dar. Y continúa. Él es la iglesia que deben amar y por la que siempre deben orar y luchar. Mariano. Recuerda que Jesús y su iglesia son inseparables. La iglesia no es una idea, es el cuerpo vivo de Cristo en la tierra. Amar á la iglesia es amar á Jesús. Orar por la iglesia es orar por su corazón y luchar por la iglesia es defender su amor y su verdad en medio del mundo. luego la virgen nos dice hijos míos, hagan que todos conozcan á mi hijo. Hagan que sea amado porque la verdad está en mi hijo. Qué claridad tan grande. Hoy, el mundo busca la verdad en 1000 caminos, pero la virgen nos dice la verdad es una persona. Jesús no una idea, no una doctrina seca, sino el amor encarnado. El es el camino, la verdad y la vida, y continúa con una advertencia amorosa. No pierdan el tiempo en reflexionar demasiado con un corazón simple. Acepten su palabra y ví la cuánta sabiduría hay en esa frase. A veces pensamos tanto que nos alejamos de la sencillez del amor. La virgen nos pide un corazón simple, dócil, abierto. La fe no se razona, se vive. Y cuando se vive, florece en obras de amor y en una paz que el pensamiento humano no puede producir. Y termina diciendo, si vive en su palabra, amarán con un amor misericordioso. Cuanto más amen, más lejos estarán de la muerte. Esa muerte de la que habla no es sólo física, sino la muerte del alma. Esa que llega cuando el corazón se endurece cuando se deja de amar, porque el alma que ama vive y que ama con amor misericordioso, lleva dentro de sí la vida eterna. Y por eso concluye con una promesa luminosa para aquellos que viven la palabra de mi hijo y la aman, la muerte será la vida. Qué esperanza tan grande para los que aman la muerte no es final. Sino nacimiento al cielo resume en final la virgen nos enseña que vivir á Jesús es dejar que él viva en nosotros, que sea nuestra luz, nuestra paz y nuestra verdad nos llama á amar con obras Y ser visible á Cristo en cada gesto. Y así, cuando lo vivimos, su presencia ilumina el alma y convierte la muerte en vida.