Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
En estos Podcasts reflexionamos sobre las palabras preciosas de Nuestra Madre, la Reina de la Paz. Palabras hermosas que vienen del Cielo como un regalo para nosotros.
Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
Muchos Han Respondido, Pero Hay Muchos Que No Tienen Paz Y No Han conocido Al Dios Del Amor.
En esta reflexión, la Virgen nos recuerda que somos elegidos porque hemos puesto en práctica sus indicaciones. Nos invita a orar, ayunar y amar por amor a Dios, para que podamos ser sus manos extendidas hacia un mundo que aún no conoce al Dios del amor.
Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor envi, tu espiritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy meditamos profundamente las palabras de nuestra madre del de octubre del donde nos dijo muchos han respondido y oran. Pero hay muchas criaturas que no tienen paz y no han conocido al Dios del amor. Por eso hijitos, oren y amen. Y unimos estas palabras al mensaje del de febrero del donde María abrió su corazón y nos reveló la raíz de este llamado. Queridos hijos, el amor me trae á ustedes el amor verdadero. El amor que siempre perdona el amor que mi hijo les mostró en la cruz. Mi corazón está triste porque busco el amor en ustedes y no lo encuentro. No pueden ayudarme. Á que aquellos que no han conocido el amor de Dios lo conozcan porque ustedes no tienen. El verdadero amor, consígueme sus corazones y los guiaré. Les enseñaré á, perdonar, á amar al enemigo y á vivir. Según mi hijo, yo estaré con ustedes. La virgen nos mira con inmenso amor y nos dice muchos oran, pero no todos han conocido al Dios del amor. Qué misterio tan profundo. Qué mirada tan tierna. Ella reconoce nuestros esfuerzos. Ve que muchos sí responden que oran que buscan, pero también ve multitudes sin paz, almas vacías, heridas inquietas confundidas, gente que reza pero que nunca ha sentido el abrazo del Dios vivo. Mariano revela algo esencial. No tener paz significa no haber conocido al Dios del amor, no al Dios de ideas, no al Dios lejano, no al Dios de costumbre ó tradición, sino al Dios que ama con un amor que sostiene. Perdona a abraza, alienta y salva. Por eso en el nos explicó con claridad. No podemos ayudarla á llevar á otros al amor de Dios. Si nosotros no vivimos ese amor, el amor verdadero no es emoción. No es sensibilidad, no es un impulso pasajero. El amor verdadero es el que se entrega el que perdona el que pide perdón. El que renuncia á la propia voluntad para abrazar la de Dios, el que prefiere callar antes que herir el que se dona sin esperar nada. Ese es el amor de Jesús. Ese es el amor que María vino á enseñarnos. Por eso nos dice oren y amen, porque la oración sin amor se vuelve vacía y el amor sin oración pierde su raíz. Sólo cuando oramos amando el espíritu santo, respira en nosotros solo cuando amamos orando Cristo mismo actúa á través de nuestros gestos. El mundo no conoce al Dios del amor porque no ha visto ese amor en nosotros. Y por eso, María nos suplica, consígueme sus corazones y los guiaré cuando un alma se consagra á ella ella misma enseña á perdonar, enseña á amar al enemigo. Enseña á vivir según Jesús y para que para que el mundo vea á Dios para que los que no tienen paz finalmente encuentren al Dios del amor. Y para que nosotros mismos vivamos sostenidos por ese amor que se dona cada día en la eucaristía, su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad para que no desfallezcamos para que no caigamos, para que no nos alejemos de la verdad, para que permanezcamos vivos en el amor. María quiere que el mundo vea por medio de nosotros. Al Dios que siempre abrasa, siempre perdona, siempre levanta. Y ese Dios es el Dios del amor. Resume en final en estos mensajes, la virgen nos revela que la falta de paz nace de no conocer al Dios del amor. Ella nos llama á orar y amar a dejarnos, sanar por el amor verdadero y a hacer instrumentos para que otros descubran ese amor que salva. Consagrándole el corazón. María nos enseña a amar como Jesús y nos convierte en reflejo vivo del Dios del amor para el mundo entero.