Dios Desea Acercarlos A Él Y Los Exhorta A Darle Gloria Y Alabanza.

En esta reflexión, la Virgen nos recuerda que Dios desea acercarnos a Él y nos exhorta a darle gloria y alabanza. Nos invita a agradecer desde el corazón por todas las gracias recibidas, a descubrir su amor en la belleza de la creación y a vivir en un estado permanente de gratitud y alabanza.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor, envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy continuamos este camino espiritual de nuestra novena de acción de gracias aprendiendo con la virgen María. Agradecer desde lo profundo del corazón, no sólo con palabras, sino con la vida entera, con la mirada con la actitud con la fé que reconoce que todo Stone y todo es gracia. Hoy meditamos el mensaje del de agosto, el donde nuestra madre nos dice queridos hijos, También hoy los invito á agradecer á Dios en su corazón por todas las gracias que les da y también á través de los signos y colores de la naturaleza. Dios desea acercarlos á él y los exhorta á darle gloria y alabanza. Por eso los invito nuevamente. Hijitos oren, oren, oren y no lo olviden. Yo estoy con ustedes intercedo ante Dios por cada uno de ustedes hasta que su alegría en él sea plena. La virgen comienza invitándonos á agradecer desde el corazón. Todo es gracia. La vida, la fe, la salud, la familia, la creación, las lágrimas que purifican las pruebas, que nos fortalecen las personas que Dios pone en nuestro camino. El amor que recibimos, la paz que él nos regala la gratitud abre el alma y revela á Dios. La ingratitud, cierre el corazón y nos hace ciegos ante la presencia del amor. Y luego viene algo inmenso. Nuestra madre nos dice Dios desea acercarlos, á él, Dios nos anhela. Dios nos busca. Dios nos llama por nuestro nombre. El creador del universo quiere que lo conozcamos de verdad. Quiere que experimentemos su ternura, su misericordia y su abrazo. Y aquí la virgen revele el camino espiritual que abre la puerta del encuentro cuando nos dice y los exhorta á darle gloria y alabanza. Aquí está el corazón de este mensaje. La alabanza no es una canción. No es una emoción. Es un acto espiritual que abre el cielo. Cuando el alma alaba, el enemigo huye cuando el corazón glorifica, las tinieblas retroceden. Cuando agradecemos la gracia, desciende con fuerza. La alabanza levanta el corazón hacia Dios. La alabanza transforma el dolor en ofrenda. La alabanza convierte la tristeza en fuerza. La alabanza enciende la fe, la alabanza sana y libera. Cuando proclamamos quién es Dios, su amor, su poder, su fidelidad, su bondad, el alma se enciende. La esperanza resucita y la luz vence a la oscuridad interior. Por eso la virgen nos suplica con insistencia celestial. Oren, oren, oren, porque sin oración, no hay alabanza. Sin oración, no hay gratitud. Sin oración, no hay luz en el alma. Y luego nos entregue una promesa llena de ternura y consuelo cuando nos dice y no lo olviden, yo estoy con vds. No lo olviden cuando estén cansados. Cuando no entiendan cuando el corazón duela, cuando parezca que no hay salida, no lo olviden, no caminan solos. Ella está con nosotros para sostenernos, levantarnos y fortalecernos. Intercede ante Dios por cada uno, uno por uno con nombre y con historia. Ella no se cansa. Ella no nos suelta. Ella no se retirará hasta que nuestra alegría en Dios sea plena.