Agradezcan Al Amor De Dios Porque Puedo Amar Y Guiar A Cada Uno De Ustedes.

En esta reflexión, la Virgen nos enseña a agradecer al amor de Dios, porque solo por ese amor ella puede amarnos, cuidarnos y guiarnos a través de su Corazón Inmaculado. Nos invita a abrir el corazón, a orar sin cansarnos y a decidirnos por la santidad, para que nazca la alegría verdadera en nuestra alma. Ella está con nosotros, intercede por cada uno personalmente y no nos dejará hasta que nuestra alegría en Dios sea plena.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Hoy continuamos esta joven espiritual de acción de gracias. Y lo hacemos entrando en un mensaje bellísimo y profundamente tierno de la virgen del de agosto el 1012, donde nuestra madre nos dice queridos hijos, también hoy, con esperanza en el corazón, oro por ustedes y agradezco al altísimo por cada uno de vds que vive en mis mensajes con el corazón. Agradezcan al amor de Dios porque puedo amar y guiar á cada uno de ustedes por medio de mi corazón inmaculado y también hacia la conversión. Abran sus corazones y decídase por la santidad y la esperanza hará nacer la alegría en sus corazones. Gracias por haber respondido á mi llamado. Lo primero que hace la virgen en este mensaje es agradecer ella que viene del cielo. Enseñarnos, á, agradecer nos muestre el camino con el ejemplo. Ella agradece al altísimo por cada uno de nosotros. Agradece por cada corazón que escucha, que intenta que lucha, que se abre, que responde qué humildad tan inmensa. La madre agradece por sus hijos. La criatura agradece al criador y después nos dice agradezcan al amor de Dios porque puedo amar y guiar á cada uno de ustedes por medio de mi corazón inmaculado. Aquí un misterio enorme, un tesoro escondido. El amor de Dios es el que permite que María pueda amarnos y guiarnos. No nos guía sola. Nos guía con la fuerza, la luz y la voluntad del Dios eterno. En su corazón inmaculado. No hay tiniebla, no hay ego, no hay error. No hay desviación guía con pureza con perfección, con sabiduría celestial, con amor maternal. Cuando ella nos guía, nos conduce hacia la conversión hacia regresar al corazón de Dios, hacia nuestra verdadera identidad de hijos amados. Su corazón es el puente entre nuestro corazón débil y el corazón perfecto de Jesús. El corazón que ama perfectamente nos enseña a amar el corazón que obedece totalmente. Nos enseña a obedecer el corazón que confía sin límites. Nos enseña á confiar. Y aquí necesitamos de tenernos y abrir los ojos del alma. Cuando la virgen nos dice agradezcan al amor de Dios porque puedo amar y guiar á cada uno de ustedes por medio de mi corazón inmaculado nos está revelando un misterio inmenso. Ella está con nosotros porque el padre lo permite. No es algo pequeño, no es algo ligero, no es un detalle más entre tantos. Es un acto de amor infinito del cielo. Nunca en la historia de la humanidad, la virgen había permanecido tanto tiempo en la tierra como ahora nunca antes te había quedado tantos años hablándonos enseñándonos consolándonos y formando nuestro corazón. Por qué? Ahora? Porque ahora más que nunca, la necesitamos porque el mundo está herido, confundido, dividido y sin paz. Y el padre en su misericordia inmensa nos envía á la madre de su hijo como auxilio, como refugio y como luz en esta oscuridad. Por eso tenemos que agradecer agradecer que el cielo se haya abierto, agradecer que no estamos solos. Agradecer que tenemos una madre real viva presente que nos cubre con su manto, que intercede por nosotros día y noche que ora por cada uno de nosotros por nuestro nombre que presenta nuestras lágrimas ante el padre y que no descansará hasta que nuestra alegría en Dios sea plena. Por eso la virgen nos suplica. Agradezcan al amor de Dios porque en esa gratitud se abre la puerta para recibir la gracia, la luz, la conversión y la paz que el cielo quiere derramar. Por eso no suplica ab. Abran sus corazones y decídase por la santidad. La santidad no es perfección externa, es dejarse amar, dejarse, guiar y dejarse transformar. Y nos promete la esperanza hará nacer la alegría en sus corazones. Cuando seguimos á María, la esperanza renace cuando nos dejamos guiar la vida se ilumina. Cuando agradecemos la alegria, brota como fuente viva. Cuando Dios se convierte en nuestro centro, el alma descansa. Mariano sólo nos invita a a agradecer ella. Agradece primero mariano. Sólo nos llama a la conversión. Ella intercede hasta alcanzarla. Mariano sólo habla de esperanza. Ella siembra esperanza en el corazón.