Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
En estos Podcasts reflexionamos sobre las palabras preciosas de Nuestra Madre, la Reina de la Paz. Palabras hermosas que vienen del Cielo como un regalo para nosotros.
Reflexiones de los Mensajes de la Virgen Maria en Medjugorje
Den Gracias A Dios, Porque Todo Lo Que Possen Es Regalo De Dios Para Ustedes.
En esta reflexión, la Virgen nos enseña que todo lo que tenemos es don y gracia. Nos invita a entregarlo todo a Dios, a confiar sin miedo y a vivir desde la alegría profunda que nace cuando reconocemos que nada nos pertenece, sino que todo es regalo de Su amor.
Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será criado y se renovará la faz de la tierra. Hoy continuamos nuestra novena espiritual de acción de gracias aprendiendo con la virgen María a agradecer con el corazón a vivir desde la gratitud profunda. Esa gratitud que transforma, que abre el alma, que sana y que llena nuestro interior de la presencia viva de Dios. Hoy meditamos sus palabras del de abril de donde nuestra madre nos dice, queridos hijos, los invito a entregarse completamente a Dios. Que todo lo que ustedes poseen esté en manos de Dios, porque sólo así tendrán gozo en sus corazones. Queridos hijos, regocíjese en todo lo que poseen y den. Gracias, á Dios, porque todo es regalo de Dios para ustedes de esta forma en sus vidas, ustedes podrán dar gracias por todo y descubrir a Dios en todo. Incluso en la flor más pequeña, ustedes experimentarán un gran gozo. Ustedes experimentarán á Dios, gracias por haber respondido. Á mi llamado. Este mensaje es una escuela divina del corazón donde mari nos revela un camino precioso, sencillo y profundo. Primero nos dice entré guse completamente, á Dios, poner todo en manos de Dios no es renunciar, es entrar en su corazón. No es perder control, es descansar en el amor eterno que no falla. Cuando entregamos todo á Dios, nos colocamos en las manos que sostienen el universo y aun así nos sostienen á nosotros uno por uno. Por eso la virgen nos promete sólo así tendrán gozo en sus corazones. Ese gozo no es emoción pasajera. No es alegría superficial, es el gozo espiritual del alma que sabe que está sostenida por Dios. El gozo que brota de la certeza de que somos amados, perdonados, protegidos y jamás abandonados. Un gozo que no se explica, se experimenta. Luego mariano dice queridos hijos, regocíjese en todo lo que poseen y den gracias, á Dios, porque todo es regalo de Dios para vd. Cuando la virgen dice rego, no nos invita a una alegría superficial. Regocijarse es una alegría espiritual, una alegría que nace del alma que reconoce el amor de Dios en cada cosa es maravillarse. Asombrarse celebrar la vida, abrazar cada instante como un milagro es vivir conscientes de que nada nos falta cuando reconocemos que Dios es nuestro padre. Regocijarse abrir los ojos y decir gracias, señor. Lo que tengo es don, es amor, es tu providencia perfecta. Por eso la virgen insiste de en gracias, á Dios, porque todo, absolutamente, todo es gracia. Aquí está el corazón de nuestra novena. Dar gracias. No olvidarlo jamás. La gratitud abre el alma. La gratitud rompe cadenas interiores. La gratitud corre la tristeza y la herida. La gratitud atrae la bendición del cielo. Cuando agradecemos Dios, entra. María nos enseña una mirada espiritual que hemos perdido. Todo lo que tenemos es regalo de Dios. Nada es casualidad. La vida, la fe. La familia. Los hijos, los amigos que sostienen el trabajo, la salud, las lágrimas que purifican, le eucaristía la iglesia, los sacerdotes y la misma virgen María, que es un regalo vivo del cielo. Ella misma no dos, dijo el 25 de junio, el de gracias a Dios conmigo por el don de poder estar con ustedes. Y cuarto, la virgen nos promete algo divino. Descubrirán á Dios en todo, incluso en la flor más pequeña cuando el alma agradece, ve cuando el alma contempla. Ama cuando ama, encuentra á Dios en la belleza simple de una flor en la brisa suave en el pan de cada día. En la mano que nos ayuda en la cruz que purifica, se revela Dios. Ese es el gran gozo del que habla la virgen. El gozo de experimentar á Dios vivo y presente en todo.