Búsquenlo, Oren, y Él Se Dará A Ustedes.

En esta reflexión, nuestra Madre nos recuerda que el Adviento es tiempo de oración y de apertura del corazón. Si buscamos a Dios y oramos con sinceridad, Jesús nacerá dentro de nosotros y nos llenará de Su amor, Su paz y Su alegría.

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Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles y encienden ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra. Seguimos caminando juntos este tiempo precioso del adviento, un tiempo de gracia donde el cielo se acerca a la tierra un tiempo donde el padre celestial, el altísimo, nos invita a preparar el corazón para la venida de su hijo Jesús y donde María, como madre nos toma de la mano y nos guía paso a paso hacia él. Y hoy escuchamos con el corazón abierto. El mensaje mas reciente del de noviembre del donde nuestra madre nos dice, queridos hijos, en este tiempo de gracia los invito á seguirme oren por aquellos que no oran ni desean la paz y la alegría que sólo el altísimo puede dar. Que sus almas est estén unidas en la alegría de la espera y su corazón será colmado de paz. Estarán convencidos hijitos de que todo irá bien y que Dios lo bendecirá todo porque el bien que hacen volverá á ustedes y su corazón se llenará de alegría porque están con Dios y en Dios. Gracias por haber respondido á mi llamado. Con este mensaje, la virgen abre la puerta del adviento y nos recuerda que este es un tiempo santo, un tiempo de preparación, un tiempo de gracia profunda para preparar el corazón para el nacimiento de Jesús. Ella comienza diciendo los invito a seguirme. Seguirla significa escucharla con humildad, confiar en su voz, vivir sus mensajes y dejarnos conducir por ella hacia Jesús. Seguir á María es caminar de su mano hacia el pesebre y para avanzar en este camino espiritual, unimos este mensaje con el que ella nos dio el de noviembre del donde nos dice. Queridos hijos que este tiempo sea para ustedes. Tiempo de oración sin Dios no tienen paz. Por eso hijitos oren por la paz en sus corazones y en sus familias para que Jesús pueda nacer en ustedes y les dé su amor y su bendición. El mundo está en guerra porque los corazones están llenos de odio y de envidia. Hijitos se ve en los ojos la inquietud porque no han permitido que Jesús nazca en sus vidas. Busquen lo oren y él se dará ustedes en el niño que es alegría y paz. Yo estoy con ustedes y oro por ustedes. Gracias por haber respondido á mi llamado. Este es el llamado mas importante del adviento que este tiempo sea para ustedes. Tiempo de oracion. Porque sin oración, no hay nacimiento de Jesús dentro de nosotros porque sin Dios, no hay paz verdadera. No hay alegría auténtica. No hay esperanza real. Y alguien puede preguntarse cómo nos va á dar Jesús, su amor y su bendición? Jesús derrama su amor y su bendición. Cuando abrimos el corazón y lo dejamos entrar á través de la oracion su presencia transforma la vida desde dentro. Una paz profunda donde antes había inquietud fuerza interior donde había cansancio claridad donde había confusión, esperanza donde había oscuridad, consuelo donde había dolor. Libertad donde algo nos aprisionaba y una alegría que no depende de nada exterior. Eso es lo que hace Jesús cuando nace dentro de nosotros. La virgen continua diciendo busquen, búsquelo, oren, y él se dará ustedes en el niño que es alegría y paz. Buscar lo significa tomar la decisión de darle tiempo á Dios, ponerlo en primer lugar, ir á la eucaristía, adorarlo en el santísimo sacramento, leer su palabra, hablarle con sencillez, quedarnos en silencio ante él y decirle señor, aquí estoy, te necesito. Ven á mí. Orar no es decir, cosas bonitas, or es abrir la puerta del corazón, es dejar entrar, á Dios. Y cuando lo buscamos y oramos, mari nos promete algo inmenso. Él se dará á ustedes. Jesús entregará totalmente se dará en el niño Jesús. Porque Dios ha elegido venir á nosotros, pequeño, humilde, frágil y lleno de amor. El Dios eterno se hace niño para que podamos recibirlo con ternura para que podamos acogerlo y abrazarlo espiritualmente para que podamos custodiarlo nuestro corazón como María, lo custodi en sus brazos. El niño Jesús viene á nosotros no sólo para estar con nosotros, sino para entrar en nuestra vida, en nuestra historia concreta, en nuestras heridas más profundas y en cada rincón que necesita ser sanado. Recibir al niño. Jesús es recibir el amor del padre que lo envia. Es acoger el regalo más grande del cielo, Dios mismo entregado á nosotros.